DOMINGO 25º DEL TIEMPO ORDINARIO.
Recordáis que el domingo pasado, Jesús enseñaba a sus amigos los discípulos, como debían de comportarse ellos con las demás personas. Y como, si Dios padre, nos perdona a nosotros, también nosotros debemos de perdonar a los demás y no tener en cuanta los fallos que los demás cometan y nos puedan perjudicar, por que solo perdonando y amándonos unos a otros, podremos ser felices.
Mirad el evangelio de hoy es muy bonito, es una parábola que Jesús cuenta a sus amigos.
¿Recordais que os conté lo que significaba una parábola? Es como una especie de cuentecillo, donde de una manera fácil que todo el mundo pueda entender se cuenta una cosa que es verdadera, pero al final del cuento, muchos no lo entienden, por eso tenemos que estar muy pendientes en misa cuando luego el cura después de que se leen las lecturas de la biblia, sale a explicarnos que es lo que antes hemos escuchado. Y si antes no nos hemos enterado cuando se estaba leyendo, es el momento cuando el cura sale a dar su homilía, el de estar muy atentos, porque seguro que entonces nos enteramos de algo. El evangelio hoy sigue siendo de...
(MATEOS 20, 1 -16.)
En este evangelio, Jesús cuenta una parábola a sus amigos, la de un patrón de campos que sale muy de temprano a buscar gente para que trabaje en la cogida de sus viñas. ¿Sabeis lo que es un patrón de campo, no,? Es el amo, el dueño de toda la finca.
Este amo encontró al amanecer a unos jornaleros, que son los trabajadores, y acordó que les daría un dinero al final del día de trabajo. Y los jornaleros fueron al campo y comenzaron su trabajo.
Luego al medio día, el amo de finca, volvió a salir a buscar más trabajadores y los encontró. Y ajustó con ellos que iba a pagarles al final del día de trabajo.
Su campo era muy, muy grande, y había mucho trabajo por hacer. Así que el amo fue a lo largo de todo el día, buscando gente para que trabajara. Y a todos les acordó un precio a pagar al final del día.
Al anochecer cuando el trabajo ya termino, había muchas personas que habían acudido a trabajar y el amo le dijo a su capataz que empezara a pagar a la gente. Pero que lo hiciera empezando a pagar por los primeros que llegaron al amanecer.
Así lo hizo el capataz, pero cuando fue pagando y los primeros vieron que habían cobrado lo mismo trabajando todo el día, que los últimos que solo habían trabajado un rato, se enfadaron y comenzaron a protestar.
Entonces apareció otra vez el amo a poner orden y le dijo a los que estaban protestando, que eran los primeros de la mañana.
<<¿Acaso no ajusté yo contigo un salario y te pareció justo?>>
<< Ahora no vengas a tener envidia del otro por que yo soy bueno y quiero pagar lo mismo a él. ¿O a caso no puedo yo hacer con lo mio lo que me venga en gana?>>
<<Aquí en mi viña mando yo, y los primeros serán últimos y los últimos serán primeros.>>
¿Imaginais como se quedaron los jornaleros?
Pues es que así es el reino del Padre de Jesús. Para Dios, toda la gente es igual, el que hace mucho y el que habiendo ajustado un precio, ha hecho lo correcto, aunque sea poco. Dios no quiere que tengamos envidia uno de otros. por el contrario, lo que quiere es que si Él acuerda contigo un trato lo cumplas y no pierdas el tiempo en criticar que es lo que hace otra persona con la que también Dios ha hecho otro trato. Porque cada uno vamos a servir a Dios de una manera distinta y es Él quien nos va ha decir como y nosotros tendremos que actuar del modo en que nuestro corazón decida, pero siempre haciendo el trabajo que se nos ha mandado.
Texto inspirado en el evangelio de Mateo de las sagradas escrituras de la biblia católica.
HOY TAMBIÉN OS TRAIGO EL DIBUJO QUE REPRESENTA ESTE EVANGELIO, DIBUJADO POR FANO, PARA QUE PODÁIS DESCARGARLO HE IMPRIMIRLO.
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