Yo estuve en misa

2º DOMINGO DE ADVIENTO.

(Lucas 3, 1-6.)

     Quienes hoy hemos estado en misa, nos hemos encontrado en el evangelio con un personaje indispensable en la historia de salvación del hombre.

     JUAN BAUTISTA.

     Fue él, el elegido ya antes de nacer por Dios para que anunciase la llegada del Mesias. En Juan Bautista, no solo encontramos el precursor del bautismo. Ya antes de que Jesucristo nos dijera que debíamos de bautizarnos para el perdón de los pecados, Juan bautista bautizaba en el Jordan y anunciaba la llegada del Hijo de Dios. También en Juan descubrimos un modelo de vida ejemplar a seguir. Juan era un hombre sencillo, no necesita grandes cosas. Dice el evangelio que vivía en el desierto, orando y ayunando y que vestía con una piel de camello. 

     Visto así desde nuestros días, Juan nos puede parecer un trolgodita, pero no es así. Ahora vivimos en una sociedad consumista donde nunca estamos contentos con lo que tenemos, siempre queriendo poder tener más cosas y deseando todo lo nuevo que sale al mercado.

     En este 2º domingo de adviento el evangelio nos invita a esperar al Niño Dios como juan, sin tantas cosas que no son necesarias. No necesitamos más que una cosa para ser felices, sentir que Dios nos ama. Todo lo demás puede ser prescindible. Así que vamos esta semana a proponernos parecernos un poquito más a Juan. Dejemos de comer por ejemplo esas cosas que tantos nos gustan y en su lugar ofrecer una oración por los peques que ni siquiera tienen que comer. O podemos renunciar a algunos regalos propios y dar ese dinero para alguna campaña en que ayudan a los niños pobres a tener algún presente para estas fechas. Quizá no poner tantos adornos en casa y con ese dinerito ayudar a algún vecino que está en paro... Seguro que si nos paramos a pensar, se nos ocurren muchas ideas para parecernos un poquito a este Juan Bautista que el evangelio nos presenta.

¿Me dejas un comentario?