Yo estuve en misa.

DOMINGO 19 DEL TIEMPO ORDINARIO.

El domingo pasado hubo una persona que no fue a misa.

YO.

¿Y sabes porqué?

Por que estaba enferma, por eso no fui. Pero cuando uno está malo, no pasa nada. Nuestro amigo Jesús lo comprende. Lo que no está bien es no ir a Misa a acompañar a Jesús, por ejemplo para irnos a la playa. Es mejor convencer a los papás e ir primero a compartir la Comunión del Señor y luego ir a la playa, a la piscina o donde quiera que tengamos los planes ya hechos.

Mira yo cuando estoy mala y no puedo ir,¿sabes lo que hago? Que me siento delante del tele de casa y veo la misa que televisan. Y estoy en compañía de Jesús, aunque sea en mi casa. Y se pone muy contento cuando sabe que yo me acuerdo de Él.

En la misa del domingo se leyó  este evangelio: MATEO 14,22-33.

¿Recordais que el domingo anterior Jesús estaba con sus discípulos y mucha gente y no tenían apenas comida.? Y Jesús hizo un milagro y comieron todos, ¿verdád?.

Pues en en evangelio de este domingo nos contaron como el Señor después de estar con aquella multitud de gente y comer y curarlos, se marchó a otro sitio. 

Le dijo a sus discípulos que subieran a la barca y se adelantaran a Él. Que tenia que despedirse de la gente. Y así lo hicieron. Jesús se despidió de la gente y se apartó en el monte solo a orar y hablar con su Padre Dios que está en el cielo. A Jesús le gustaba mucho rezar y hablar con su Padre. 

Cuando terminó de rezar ya la barca de sus amigos estaba muy lejos y además el viento comenzó a mover el agua, porque era muy fuerte.

Jesús como era el Hijo de Dios, no se asusto, sabia que la tempestad del viento y el agua no podía hacerle daño. Se adentró en el agua y comenzó a andar sobre las aguas caminando hacia donde estaban sus amigos. Andar sobre el agua, fue otro milagro que hizo Jesús para que sus amigos comprendieran que era el Señor y que podían confiar en Él. Pero los discípulos al verle acercarse entre las olas, se asustaron y gritaron, pensando que era un fantasma.  Jesús para calmarles les dijo.

<<¡Animo, soy yo, no tengáis miedo!>>

Pedro le contestó asustado: << Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua>>

<< Ven>> Le dijo Jesús. Y Pedro caminó sobre las aguas acercándose al Señor. Pero le dio miedo a mitad del camino y dejó de confiar en Jesús, por eso comenzó a hundirse y gritó para que Él le salvara. Entonces Jesús le ayuda cogiéndolo de las manos y le dice una cosa muy importante a su amigo:

<<Que poca fe has tenido, ¿porque has dudado de mi?.>>

Subieron a la barca los dos y las aguas se calmaron y el viento desapareció. Y los discípulos entonces al ver aquello le decían: << De verdad tu eres el Hijo de Dios.>>

Este historia del evangelio nos invita a todos a rezar, a pedir al Padre. Ya veis que hasta Jesús que tenia mucho poder rezaba. Le gustaba estar a solas y rezar.

  Y además tenemos algo muy importante que hacer, acercarnos a Jesús, como Pedro aunque tengamos miedo, aunque no creamos las cosas que vemos, tenemos que ser valientes y caminar siempre hacia el Señor. Porque Jesús nos quiere mucho y siempre está mirándonos. Atento a las dificultades que puedan hundirnos, a nuestros problemas, Jesús siempre nos va a dar la mano para sacarnos de todo aquello que nos hace daño y nos hace sufrir.

Por eso es importante que recemos y nos mantengamos cerca del Señor.

¿Y sabes donde esta hoy Jesús esperándote?

Pues sí, en la iglesia. En la parroquia de tu barrio, donde vives. Así que no olvides pasarte a visitarlo. Él nos está esperando en el sagrario para que le contemos nuestras cositas, lo que nos pasa en nuestras vidas.

(Texto inspirado en el evangelio de San Mateo, de las sagradas escrituras de la biblia católica.)