CONOCIENDO A LA VIRGEN DEL CARMEN.

          ¿Qué no haría una madre por su hijos? Y si la Madre tiene el beneplácito de su Hijo y la promesa de que todo lo que ate quedará atado y lo que desate será de igual modo. ¿Como es que no acudimos a Ella implorando su auxilio. 

     Esta tarde hemos estado haciendo un trabajo sobre la Virgen del Carmen en casa. Hemos coloreado la ficha de arriba, hemos visto un vídeo sobre su historia y he tratado de crear un vinculo más entre esta Advocación Mariana y mis hijos. Cuando se habla del infierno, a veces con niños, parece que va a ser difícil. Una teme no saber hacerlo bien, al fin de cuenta son pequeños. Mi Iván después de terminar me ha preguntado ya con la pregunta bien formada en su cabecita.

     - Mamá entonces al infierno como se va?

     A lo que le he contestado

     - Al infierno solo van las personas que son muy malas y que no se arrepienten de haber sido malos. 

Lucy a saltado como de constumbre y le ha dicho a su hermano. 

     - Pero el infierno no es para siempre, es como cuando somos malos y mamá nos castiga sin salir a la calle a jugar. Es  para que nos demos cuenta de las cosas que hacemos mal, pero cuando nos damos cuenta, ya nos vamos al cielo. allí solo se está un tiempo como si estuvieras castigado. 

     Iván se queda pensativo y me dice:

     -Mamá ¿yo soy muy malo? 

     Me río, y le pregunto:

     -¿Tienes miedo de ir al infierno?

     -No

     - Para ir al infierno debes de ser muy, muy malo, los niños no tenéis esa capacidad de ser malos, solo los mayores. Pero tenéis que saber que no portarse bien con el tiempo tiene sus consecuencias.

Vuelve a quedarse pensativo

     - Mamá y la Virgen , es verdad que va a salvar a la gente?

     - Sí, así lo ha prometido a los que cumplen las cosas que Ella dijo.

     Tuerce la boca en ese gesto que yo me lo comería a besos y me dice:

     - Mamá sabes lo que te digo, que vamos a tener que rezar más rosarios por si acaso. Porque a mi no me gusta mucho rezar el rosario, pero...

     No puedo, rompo a carcajadas y le digo:

     - Con que reces por ahora la coronilla pequeñita que os he hecho tienes bastante de momento.