Nació aproximadamente en el 410. Después de un tiempo en Oriente se asentó en la cercanías del Danubio. Donde ayudó a los cristianos después de la muerte de Atila el Huno. Construyendo monasterios donde daban refugio a los perseguidos y donde muchos bárbaros se convirtieron a la cristiandad y al anuncio del evangelio.
Fue un buen predicador del evangelio yendo a buscar a los guerreros infieles y enseñándoles las escrituras y el evangelio desde la humildad. Además de ser eremita con inclinación a la vida contemplativa fue también un gran misionero, que salió entre los infieles a predicar. Dios lo iluminó con el don de profecía que le hizo famoso entre las diferentes tribus de bárbaros que ocuparon las tierras después del imperio romano. Y profetizó a algunos jefes sobre como debían de regir, lo que con ayuda del cielo le hizo ganarse el respeto tanto de reyes como de la gente humilde.
Vivió toda su vida en pobreza y nunca sacó beneficio a pesar de relacionarse con la realeza.Murió el ocho de enero del 482 y sus reliquias se conservan en Frattamaggiore (Nápoles)
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