Ayer regresé de una peregrinación que he realizado con mi familia al Castillo de San Francisco Javier. Han sido solo tres días, pero muy intensos en la fe. Este año en mi casa tampoco hemos podido tener vacaciones, pero esta escapada religiosa nos ha servido no solo para descansar un poco de nuestra rutina diaria, si no para poder descansar también unos días en el Señor y aprender cosas sobre la Santidad, gracias a los lugares de veneración que hemos visitado.
Como por ejemplo en Zaragoza que están los restos de Santa Genoveva una Santa que ya desde niña como los peques que visitáis el blog, a una corta edad, comenzó a sufrir el calvario de Cristo en su cuerpo. Siendo tan solo una niña tuvieron que amputarle una pierna, pero eso nunca la alejó del amor de Dios, por el contrario, la unió más a Él y querer conocer más sobre el Señor. Allí pedí por todos los peques que estáis ahí, para que la Santa interceda desde el cielo por vosotros y vuestras familias y os ayude a superar todos los revés que la vida pueda darnos.
En el Castillo de San Fco. Javier, también pudimos escuchar misa en su capilla y besar al final la reliquia del Santo. Javier fue un niño que nació en buena cuna, pero en su juventud cuando estudiaba en París, Jesús le salió al encuentro y cambió su vida para siempre. Jesuita, es el Santo de las Misiones. Fue quien mantuvo y anunció la fe en Jesucristo en la India y China. Allí en el Castillo donde nació y donde se respira un aire especial de libertad pedí por todos los peques que sienten la llamada ya desde muy jóvenes de libertad y de querer ser testigo del Amor de Dios en un mundo sin fronteras. Pedí por vosotros, por todos los que tenéis el carisma de la evangelización en misión, para que el Santo os ayude con su intercesión y en momentos de bajón sintáis el énfasis con que Javier vivió su misión en este mundo.
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