DOMINGO 18º DEL TIEMPO ORDINARIO.
Los domingos son el día de semana que tenemos para descansar en compañía de nuestros papás, ya que muchos trabajan incluso los sábados. Dios desde luego no se lo pensó y después de estar una semana trabajando en la creación del mundo se tomo un día de descanso para ver cuantas cosas bonitas había hecho.
Pues a nosotros nos pasa igual, después de una semana enterita de estar haciendo cosas, el domingo tenemos que dedicarlo a descansar y disfrutarlo en familia. Eso si, sin olvidar al mas importante de nuestra familia.
¿Sabes quién?
Dios.
Los domingos debemos asistir a misa con nuestra familia. Preferiblemente a la misa de niños, pues así nos enteramos mejor de lo que el cura habla. Y lo que dice el cura es lo que Dios quiere que nosotros sepamos de él. Si ya has echo la comunión, es importante que participes comulgando y fraternizando de ese modo con Jesús. En la Hostia Consagrada está Jesús mismo esperándote para unirse a ti, entrar en ti, y hacerse uno contigo. Si no la has echo, al menos conocerás historias de Dios y canciones bonitas con las que poder cantarle luego al Señor.
En la misa de hoy se ha leído un evangelio de Mateo 14,13-21.
Nos cuenta como Jesús estaba triste porque se había muerto un amigo suyo llamado Juan.
¿Verdad que cuando nosotros estamos tristes no tenemos ganas de nada?
Pues imagina como se sentiría Jesús ese dí que había muerto su amigo.
Jesús es el Hijo de Dios, en aquellos pueblos ya había realizado milagros curando a las personas. Y claro, cuando la gente se enteró que Jesús estaba allí, comenzaron a llegar muchos que querían que les curara y oírle las cosas que contaba del cielo y de su padre.
Jesús siempre iba con sus amigos que eran los apóstoles. Estos al ver que era tarde y que Él estaba triste, le dijeron que despidiese a la gente.
Jesús en cambio no pensó en su tristeza, ni en lo cansado que estaba, en cambio le dijo a sus discípulos que ayudasen a atender a los que llegaban y se puso a hablar y curar a los que habían llegado.
¿Qué hacemos nosotros cuando estamos cansados o tristes, nos sacrificamos por los demás, o pensamos mejor en nosotros y en descansar?
Pues Jesús siempre pensaba antes en los demás que en el mismo.
LLegó la noche y había muchisima gente allí reunida. los amigos de Jesús le dijeron que despidiera a la gente y que fueran a las aldeas vecinas a comer ya que estaban en medio del campo. pero Jesús les dijo: <<No hace falta que vallan, dadle de comer vosotros>>.
Imaginad que en casa hay invitados y llega la hora de comer, no podemos echar a la calle a nuestros invitados ¿no? lo normal es que compartamos con ello lo que tenemos en casa.
Pues los apóstoles se quedaron preocupados porque apenas si tenían comida para ellos, cinco peces y dos panes. Jesús dijo: <<Traedmelos>>
Y mando a todos los que estaban allí que se sentasen en el suelo para comer, entonces Jesús alzó la comida con las manos y mirando al cielo la bendijo, partió los panes y comenzó a repartírselo a sus amigos y esto a la gente. Igual hizo con los peces. y comió todo el mundo hasta saciarse; dice la biblia que había cinco mil hombre sin contar mujeres y niños.
¿Y como puede ser esto? Te preguntaras. Pues porque para Dios todo es posible.Dios es generoso y nunca dejaría mal a su Hijo Jesús delante de los hombres, como tampoco Jesús dejaría mal a su Padre. Y esa compenetración de Padre e Hijo, hace que suceda el milagro de que se multiplique tanto la poca comida y todos queden saciados.
A! Y olvidaba decir que después de comer todos, se recogieron de sobra de comida doce canastas llenas.
Así que cuando creáis que algo en vuestra vida no se puede arreglar, recordar esta historia de Jesús y pedidle ayuda a Él. Porque Jesús es ese amigo que nunca está cansado para estar contigo y que siempre estará dispuesto a ayudarte en lo que tú le pidas, si de verdad crees en Él, como Jesús cree en su Padre.
(Texto inspirado en el evangelio de Mateo, de las Sagradas Escrituras de la Biblia Católica).