La de los padres en algún momento sólo la madre y en otros momentos toda la familia).
Hora del rezo
Cualquier hora del día, de la noche, a favor de la intimidad,
al lado del recién nacido o como parezca más conveniente.
Siete días antes
Oración sobre la vida
Señor, te damos gracias porque podemos decirte: este es nuestro hijo, fruto a la vez de tu vida y nuestra vida, de tu amor creador y nuestro amor de padres.
Nos llenaste de alegría cuando supimos que llegaba, le hemos querido antes de conocerlo y lo hemos vivido desde que le sentimos vivo.
Dale ahora, Señor, vida abundante: que crezca sano, que su cuerpo se desarrolle con el vigor de la buena naturaleza; y que, desde la gratuidad de lo que le das, sepa estimar y proteger siempre a los más débiles.
Amén.
Seis días antes
Oración sobre el amor familiar
Señor, Padre nuestro: Tú nos has dado amor para tener este hijo; guárdanos en el amor.
Que la vida de familia sea para él la costumbre del cariño.
Ayúdanos a hacer de la casa un sitio de tu reino donde el hijo vaya encontrando lo que nos diste con Jesús: que aprenda a llamarte Padre desde nuestra imagen de padres, que se abra a la fraternidad cristiana desde el amor de sus hermanos y que pueda entender el mundo como lugar de la convivencia humana
desde el acogimiento y la paz de nuestra casa.
Amén.
Cinco días antes
Oración sobre el hijo
Hoy te invoco a Ti, María, Madre, para hablarte de mi niño.
Y tomo la palabra yo, la madre, segura de que aún sin palabras nos entenderíamos. Mírame al corazón y deja que mire al tuyo.
Ambos están llenos del mismo misterio de gozo: hemos tenido un hijo; un hijo tuyo para que el mío de saltos de alegría cuando se lo encuentre; un hijo mío para que se una al grupo de todos los niños que se acercaron a Jesús.
No quiero que le pidas que lo siente a su derecha o a su izquierda, pero sí que me lo tengas de su mano. Y para eso, María, Madre, vamos a llevárselo de la nuestra, de la tuya y de la mía, enseñándole con ternura a dar los primeros pasos en la fe. Luego, que tu hijo Jesús le lleve a su paso por los caminos del Evangelio.
Amén.
Cuatro días antes
Oración sobre la creación
Señor, hoy empezamos pidiendo perdón. Perdón por el mundo que entre todos echamos a perder.
Ahora, al mirar a este hijo tan indefenso y tan frágil, quisiéramos para él lo que tan mal hemos cuidado para los demás: un mundo de aire limpio, de ríos alegres, de atmósfera sana, de árboles esbeltos y de los hermosos animales que un día tanto le van a fascinar. Por nuestra parte, Señor, queremos inculcarle lo que fue tu primer encargo a la pareja humana: el cuidado de la creación.
Ayúdanos a enseñarle a convivir con la tierra y a descubrir así la solidaridad y el respeto hacia todos los que la pueblan.
Amén.
Tres días antes
Oración sobre el dolor
Señor, ésta de hoy es una oración preocupada, preocupada y esperanzada al mismo tiempo.
Mirando a nuestro hijo, su pequeña humanidad, sabemos que, a pesar de nuestro amor y nuestra protección, no podremos librarle de la experiencia del dolor, del suyo y el de los demás.
No le vamos a contar, sin embargo, que la vida es distinta de como es para que se acostumbre a la realidad y a colaborar con los que quieren transformarla.
Hazle fuerte, Señor, para que él mismo pueda ser fortaleza de los otros e instrumento de tu paz en un mundo difícil.
Amén.
Dos días antes
Oración sobre el bautismo
Señor, este es nuestro hijo que va a ser cristiano. Dale sitio en tu Iglesia.
El será bautizado porque nosotros así lo decidimos. ¡Si pudiéramos contárselo…!
Tú sabes, Señor, que ésta es una opción que nos brota de muchas cosas: de la fe familiar, de nuestro ser cristiano, de la alegría del Evangelio, de las esperanzas que nos das, de las realidades que vivimos y de la acogida que desde ahora le va a dar a este hijo la Comunidad.
Que, a medida que él descubra el sentido de su pertenencia a tu Pueblo, comprenda nuestra opción, sienta el gozo de vivirla y la asuma en su libertad como el don más hermoso del Espíritu.
Amén.
Un día antes
Oración de todos
Señor, hoy somos todos (o casi todos) los de casa.
Porque todos, como en alguna historia que nos contaron de niños, queremos expresar nuestros deseos ante la cuna del recién nacido.
Ya sabemos que los deseos no siempre son eficaces -ni a veces son los mejores- pero al menos revelan el buen corazón de quienes los expresan.
Tú eres testigo, Señor, de todo al amor que ahora mismo rodea a este niño. Escucha, pues, la expresión de nuestro amor. (Formulen sus deseos los padres, los hermanos, los abuelos, los amigos, etc.)
Señor, así entendemos nosotros lo que es bueno para este niño. Danos tú lo mejor para él.
Amén.
LA VIDA NUEVA DE DIOS
Cuando bautizamos a una persona significamos algo más que la entrada en una asociación.
Por medio de unos signos sencillos y vivos, se realiza en el bautizado, el principio misterioso de una nueva vida:
No lo olvidéis, el bautizo de nuestro hijo es una fiesta de la Muerte y Resurrección de Jesús.
Por eso, es un triunfo personal de la vida sobre la fuerza de la muerte.
Señor, que cuando nos equivoquemos, estemos dispuestos a rectificar y que cuando tengamos la razón, no seamos insoportables, ayúdanos.
CANTO DE SAN FRANCISCO DE ASIS
Bendito seas, mi Señor,
por nuestra hermana la madre tierra
que nos sostiene y nos lleva y produce frutos diversos
con flores de colores y hierba.
Bendito seas, mi Señor,
por la hermana luna y por las estrellas
que están ahí en el cielo como tú las has formado
claras, preciosas y bellas.
Bendito seas, mi Señor,
por el hermano fuego que ilumina la noche
bello, alegre, robusto y fuerte.
Bendito seas, mi Señor,
por el hermano viento, por el aire, por el nublado, por el sereno
y por todo tiempo con los que a tus criaturas procuras alimento.