Un sacerdote al estar confesando recibe a un viejo amigo que se había ido a trabajar hacia unos años al circo de malabarista, después de saludarlo le hace una demostración de sus habilidades . . . de un brinco subió al confesionario, de otro se subió a una lampara y de otro a un muro. Esperando para confesar estaban dos ancianos uno de ellos le dijo al otro: lo siento José yo me voy.
¿Porque? Le pregunto José y el otro le respondió: por que el padre ya esta poniendo penitencias muy pesadas.
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