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domingo, 17 de marzo de 2013

LA CORAZA DE SAN PATRICIO: Oración.



   La hermosa oración de San Patricio, popularmente conocida como "La Coraza de San Patricio", fue supuestamente compuesta por él en preparación a la victoria sobre el paganismo. La siguiente es una traducción literal de un antiguo texto irlandés. es una poderosa oración de protección ante las distintas adversidades de la vida cotidiano y los combates espirituales.



Me levanto hoy
Por medio de poderosa fuerza,
la invocación de la Trinidad,
Por medio de creer en sus Tres Personas,
Por medio de confesar la Unidad,
Del Creador de la Creación.

Me levanto hoy
Por medio de la fuerza del nacimiento de Cristo y su bautismo,
Por medio de la fuerza de Su crucifixión y su sepulcro,
Por medio de la fuerza de Su resurrección y asunción,
Por medio de la fuerza de Su descenso para juzgar el mal.

Me levanto hoy
Por medio de la fuerza del amor de Querubines,
En obediencia de Ángeles, 
En servicio de Arcángeles,
En la esperanza que la resurrección encuentra recompensa,
En oraciones de Patriarcas,
En palabras de Profetas,
En prédicas de Apóstoles, 
En inocencia de Santas Vírgenes,
En obras de hombres de bien.

Me levanto hoy
Por medio del poder del cielo:Luz del sol,
Esplendor del fuego,
Rapidez del rayo,
Ligereza del viento,
Profundidad de los mares,
Estabilidad de la tierra,
Firmeza de la roca.

Me levanto hoy
Por medio de la fuerza de Dios que me conduce:
Poder de Dios que me sostiene,
Sabiduría de Dios que me guía,
Mirada de Dios que me vigila,
Oído de Dios que me escucha,
Palabra de Dios que habla por mí,
Mano de Dios que me guarda,
Sendero de Dios tendido frente a mí,
Escudo de Dios que me protege,
Legiones de Dios para salvarme
De trampas del demonio,
De tentaciones de vicios,
De cualquiera que me desee mal,
Lejanos y cercanos,
Solos o en multitud

Yo invoco éste día todos estos poderes entre mí y el malvado,
Contra despiadados poderes que se opongan a mi cuerpo y alma,
Contra conjuros de falsos profetas,
Contra las negras leyes de los paganos,
Contra las falsas leyes de los herejes,
Contra obras y fetiches de idolatría,
Contra encantamientos de brujas, forjas y hechiceros,
Contra cualquier conocimiento corruptor de cuerpo y alma.

Cristo escúdame hoy
Contra filtros y venenos,
Contra quemaduras,
Contra sofocación,
Contra heridas,
De tal forma que pueda recibir recompensa en abundancia.

Cristo conmigo, 
Cristo frente a mí, 
Cristo tras de mí,
Cristo en mí, 
Cristo a mi diestra,
Cristo a mi izquierda,
Cristo al descansar, 
Cristo al levantar,
Cristo en el corazón de cada hombre que piense en mí,
Cristo en la boca de todos los que hablen de mí,
Cristo en cada ojo que me mira, 
Cristo en cada oído que me escucha.


Me levanto hoy
Por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad,
Por medio de creer en sus Tres Personas,
Por medio de confesar la Unidad,
Del Creador de la Creación.

fuente:



jueves, 4 de octubre de 2012

ORACIÓN DE SAN FCO. DE ASÍS:

Haz de mí, Señor, un instrumento de tu paz.
Que donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa perdón;
donde haya discordia, ponga unión;
donde haya error, ponga verdad;
donde haya duda, ponga confianza;
donde haya desesperación, ponga esperanza;
donde haya tinieblas, ponga luz
y donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Haz, en fin, Señor, que no me empeñe tanto
en ser consolado como en consolar;
en ser comprendido, como en comprender;
en ser amado, como en amar.
Porque dando es como se recibe, 
olvidando es como se encuentra,
perdonando se es perdonado
y muriendo se resucita
a la vida que no conoce fin. 

lunes, 1 de octubre de 2012

ORACION PARA PEDIR UNA GRACIA A SANTA TERESITA:


¡Oh Santa Teresita del Niño Jesús, modelo de humildad, de confianza y de amor! Desde lo alto de los cielos deshoja sobre nosotros esas rosas que llevas en tus brazos: la rosa de humildadpara que rindamos nuestro orgullo y aceptemos el yugo del Evangelio; la rosa de la confianzapara que nos abandonemos a la Voluntad de Dios y descansemos en su Misericordia; la rosa del amorpara que abriendo nuestras almas sin medida a la gracia, realicemos el único fin para el que Dios nos ha creado a su Imagen: Amarle y hacerle amar Tú que pasas tu Cielo haciendo bien en la tierraayúdame en esta necesidad y concédeme del Señor lo que Te pido si ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma. Así sea.
Rezar un Padre Nuestro.
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viernes, 21 de septiembre de 2012

ORACIÓN DEL PAPA JUAN PABLO II A SAN PIO DE PIETRELCINA


     

     Enséñanos, te rogamos, la humildad de corazón para estar entre los pequeños del Evangelio a quienes el Padre prometió revelar los misterios de Su Reino.


     Danos una mirada de fe capaz de reconocer inmediatamente en los pobres y en los que sufren el mismo rostro de Jesús.

   Sostennos en la hora del combate y de la prueba y, si caemos, haznos experimentar la alegría del sacramento del perdón.

      Transmítenos la tierna devoción hacia Maria, madre de Jesús y nuestra.

   Acompáñanos en la peregrinación terrenal hacia la Patria beata, a donde esperamos llegar también nosotros para contemplar por toda la eternidad la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

ORACION DE LA BEATA MADRE TERESA DE CALCUTA


Señor, cuando tenga hambre
,
dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed,
dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío,
dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra,
dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada,
déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre,
pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo,
dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación,
dame ocasión para elogiar a alguien;
dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan,
dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí,
dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo,
vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, 
de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, 
no sólo el pan de cada día, 
también nuestro amor misericordioso, 
imagen del tuyo.

-M
adre Teresa de Calcuta M.C.

viernes, 31 de agosto de 2012

SAN RAMÓN NONATO.


 

Hoy
 este blog siente una gran alegría al poder celebrar con los peques la festividad de San Ramón Nonato. A lo largo del día intentaré publicar algunas entradas que nos ayuden a celebrar su onomástica  de forma divertida.

Por ahora comencemos con lo mejor que podríamos ofrecerle al Niño Jesús, estas oraciones pidiendo la intercesión del Santo de los niños. 

No os olvidéis de pedir por tantos bebés que sufren victimas de abortos aprobados.

Tú eres un peque afortunado porque tú mamá en su momento apostó por la 
vida.

RECUERDALO SIEMPRE ERES EL REGALO MÁS BONITO Y PRECIADO QUE DIOS HA DADO A TU PAPÁS.
  • Festividad: 31 de agosto.
  • Fecha canonización: 1657 por Alejandro VII.
  • Nacionalidad: española.
  • Patrón: recién nacidos, niños, mujeres embarazadas, personas acusadas con falsedad, contra la fiebre, comadronas, ginecólogos. 

ORACIÓN PARA PEDIR SU PROTECCIÓN

¡Oh! Glorioso San Ramón, a cuyo poder sometió Dios la tierra y los elementos, la salud y la enfermedad, la vida y la muerte, hallando en vuestra poderosa intercesión, abogado las doncellas, sucesión las casadas, defensa los que se ven calumniados, cosecha los labradores, puerto los náufragos, redención los cautivos, vista los ciegos y fin todos los males; por aquel vuestro ardiente deseo de recibir el Santísimo Sacramento, que obligó a Jesucristo a daros de sus benditas manos la sagrada Comunión, os suplico intercedáis por mí para que merezca frecuentar este celestial convite, y recibirle por Viático al fin de mi vida, y sobre todo que pueda obtener la gracia especial que os pido y la eterna felicidad de la gloria. Amén. 

__________

ORACIÓN PARA UN FELIZ PARTO

Oh excelso patrono, San Ramón, modelo de caridad para con los pobres y necesitados, aquí me tenéis postrado humildemente ante vuestros pies para implorar vuestro auxilio en mis necesidades. Así como era vuestra mayor dicha ayudar a los pobres y necesitados en la tierra, socorredme, os suplico, oh glorioso San Ramón, en esta mi aflicción. A vos, oh glorioso protector acudo para que bendigáis al hijo que llevo en mi seno. Protegedme a mí y al hijo de mis entrañas ahora y durante el parto que se aproxima. Os prometo educarlo según las leyes y mandamientos de Dios. Escuchad mis oraciones, amante protector mío, San Ramón, y hacedme madre feliz de este hijo que espero dar a luz por medio de vuestra poderosa intercesión. Así sea.
__________

NOVENARIO ESPECIAL DE EMBARAZADAS 

Se hace una vez al mes, empezando desde el mes en que conocen que están embarazadas. El último mes harán el novenario de nueve días.

Oh San Ramón Nonato prodigioso. A Vos vengo movida de la grande benignidad con que tratáis a vuestros devotos. Aceptad, Santo mío, estas oraciones que de muy buena gana te ofrezco, en memoria de tus oraciones tan meritorias, que alcanzaron de Dios el que os haya constituido especial patrón de las embarazadas. Aquí está, Santo mío, una de ellas que se pone humilde debajo de vuestra protección y amparo, suplicándoos que así como se conservó siempre invicta vuestra paciencia en todos aquellos ocho meses en que fuiste tan singularmente martirizado con el candado y otras penas que pasasteis dentro de la tenebrosa mazmorra y en el mes noveno salisteis libre de todas aquellas prisiones, así Santo y abogado mío, os pido humildemente me alcancéis de mi Dios y Señor el que la criatura que está encerrada en mis entrañas se conserve en vida y salud por espacio de los ocho meses, en el noveno salga libre a la luz de este mundo, haciendo Vos, Santo mío, que así como el día que salió vuestra alma de vuestro cuerpo fue un día Domingo, que es día de gozo y regocijo, así el día de mi parto sea de todo contento y gozo, con todas aquellas circunstancias que Vos sabéis que más convienen a mayor gloria de Dios y vuestra y salvación de mi alma y la de mi hijo. Amén.

(Fuente: Patron Saints Index)

sábado, 25 de agosto de 2012

DE LUNES A VIERNES NOS LEVANTAMOS APRENDIENDO Y REZANDO CON EL PADRE DAMIAN:


     De pequeña mi abuela me contaba muchas historias del Padre Damián. Como siendo niño ya destacaba por su amor a los pobres y desvalidos. ¿Sabias que con diecinueve años siendo un jovencito ingresó en la Congregación de los Sagrados corazones? Mi abuela era muy debota de este sacerdote, entonces solo era cura, en 2009 nuestro actual Papa Benedicto XVI lo hace Santo. 
     Cuando era pequeña me daba miedo de lo que mi abuela hablaba sobre la lepra, esa enfermedad tan mala y el Padre Damián me parecía un super héroe porque se fue voluntario con la edad de Cristo 33 años a la isla de Molokoi. Esta es una isla donde los enfermos de la lepra vivían en aislados y en malas condiciones. A los que se infestaban de la enfermedad los llevaban allí y muchos morían abandonados. Y allí es donde se fue Damián a dar lo único que poseía, su amor.
     Murió muy joven, con 49 años víctima de la infestación de la lepra. pero por haber sido tan bueno, dios le hizo un milagro, y lo sano después de morir y quitó de su cuerpo toda marca de lepra. Mi abuela me contaba muchas cosas que yo escuchaba curiosa y sorprendida. Hoy las recuerdo y me alegro. Porque comprendo que cuando hacemos el bien a los demás, aunque tengamos cosas malas, seremos limpiados por Jesucristo. Por eso no debemos temer a nada y cuando creamos que debemos hacer el bien a los demás, no temer en las consecuencia, sino hacerlo.
     Os dejo un vídeo con una canción muy bonita que he encontrado sobre el Padre Damián.
     Y un enlace que os llevará a una pagina muy bonita donde hay unas oraciones muy chulis para rezar por las mañanas.
     Espero os gusten.





ORACIONES DE LA MAÑANA CON DAMIAN DE FONDO.(AQUI).


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viernes, 24 de agosto de 2012

ORACIÓN DE SAN BARTOLOME:



"Jesús, que has querido recorrer nuestro camino,
haz que sepamos conducir a nuestro amigos hacia ti
y acceder a las invitaciones de tu gracia,
que no dejas de formularnos por medio
de los hombres, tus hermanos. Amén."

jueves, 26 de julio de 2012

ROSARIO Y LETANÍAS A SANTA ANA:



MODO DE REZAR
Devoción que los particulares devotos de tan gran santa practican todos los martes y los días veintiséis de cada mes.
Se da principio con el acto de contrición y después la jaculatoria siguiente:
Santa Ana de Dios amada 
Y de todos alegría, 
Sed siempre nuestra abogada, 
Pues sois Madre de María.

En vez del Padrenuestro se dice:
Así como esto es verdad, señora mía, haced que mis penas, se me vuelvan alegrías, particularmente las de última agonía.
En vez de Avemarías, se repite diez veces
Santa Ana Santísima.
Se responde:
Madre de María Sacratísima.

Memorare a Santa Ana:





Recuerda, gloriosa Santa Ana, pues tu nombre significa gracia y misericordia, que nunca se ha oído decir que uno solo de cuantos se acogieron a tu protección o han implorado tu auxilio y buscado tu intercesión hayan sido desamparados.
Yo, pecador, animado de tal confianza, acudo a ti, santa madre de la Inmaculada Virgen María y encantadora abuela del Salvador. No rechaces mi petición, antes bien escucha y accede a mis ruegos. Amén

ORACIÓN A SANTA ANA PARA PEDIR POR LOS HIJOS:



Gloriosa Santa Ana, Patrona de las familias cristianas, a Ti encomiendo mis hijos. Se que los he recibido de Dios y que a Dios les pertenecen por tanto te ruego me concedas la gracia de aceptar lo que su Divina Providencia disponga para ellos.
Bendíceles oh Misericordiosa Santa Ana, y tómalos bajo tu protección. No te pido para ellos privilegios excepcionales; sólo quiero consagrarte sus almas y sus cuerpos, para que preserves ambos de todo mal. A Ti confío sus necesidades temporales y su salvación eterna.
Imprime a sus corazones, mi buena Santa Ana, horror al pecado; apártales del vicio; presérvales de la corrupción; conserva en su alma la fe, la rectitud y los sentimientos cristianos; y enséñales, como enseñaste a Tu Purísima Hija la Inmaculada Virgen María, a amar a Dios sobre todas las cosas.
Santa Ana, Tu que fuiste Espejo de Paciencia, concédeme la virtud de sufrir con paciencia y amor las dificultades que se me presenten en la educación de mis hijos. Para ellos y para mí, pido Tu bendición, oh Bondadosa Madre Celestial.
Que siempre te honremos, como a Jesús y María; que vivamos conforme a la voluntad de Dios; y que después de esta vida hallemos la bienaventuranza en la otra, reuniéndonos Contigo en la gloria para toda la eternidad.
Así sea.

NOVENA SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA



Comenzar con la oración inicial para todos los días.


ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh dignísimos abuelos de Cristo, Joaquín y Ana! Yo, miserable pecador, tengo grandísima confianza en vuestros méritos y seguro amparo, sabiendo que nada os negarán vuestro nieto e hija, Jesús y María. Y pues al presente me hallo con un singular anhelo y grave necesidad, he propuesto eficazmente implorar vuestro patrocinio, durante esta Novena, ofreciendo cada día alguna devoción a honra vuestra, para que por vuestra intercesión consiga yo el consuelo que deseo de la divina misericordia, siendo mi fin principal y lo que sinceramente pretendo, la mayor gloria de Dios y la salvación de mi alma. Quiera Su Divina Majestad, por vuestros altos merecimientos, escuchar piadosa mis ruegos, permitir que después de esta Novena logre yo lo que en ella fervorosamente le pido.
 Amén.

Oración a San Joaquín y Santa Ana:



Insigne y glorioso patriarca San Joaquín y bondadosísima Santa Ana, ¡cuánto es mi gozo al considerar que fueron escogidos entre todos los santos de Dios para dar cumplimiento divino y enriquecer al mundo con la gran Madre de Dios, María Santísima! Por tan singular privilegio, han llegado a tener la mayor influencia sobre ambos, Madre e Hijo, para conseguirnos las gracias que más necesitamos.
Con gran confianza recurro a su protección poderosa y les encomiendo todas mis necesidades espirituales y materiales y las de mi familia. Especialmente la gracia particular que confío a su solicitud y vivamente deseo obtener por su intercesión.
Como ustedes fueron ejemplo perfecto de vida interior, obténgame el don de la más sincera oración. Que yo nunca ponga mi corazón en los bienes pasajeros de esta vida.
Denme vivo y constante amor a Jesús y a María. Obténganme también una devoción sincera y obediencia a la Santa Iglesia y al Papa que la gobierna para que yo viva y muera con fe, esperanza y perfecta caridad.
Que yo siempre invoque los Santos nombres de jesús y de Maria y asi mi alma se salve.

Oracion del Papa Benedicto XVI por los abuelos:



Señor Jesús, tu naciste de la Virgen María, hija de San Joaquín y Santa Ana. Mira con amor a los abuelos de todo el mundo.
¡Protégelos! Son una fuente de enriquecimiento para las familias, para la Iglesia y para toda la sociedad. ¡Sostenlos! Que cuando envejezcan sigan siendo para sus familias pilares fuertes de la fe evangélica, custodios de los nobles ideales, hogareños, tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas.
Haz que sean maestros de sabiduría y valentía, que transmitan a generaciones futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual.
Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad a valorar la presencia y el papel de los abuelos. Qué jamás sean ignorados o excluidos, sino que siempre encuentren respeto y amor.
Ayúdales a vivir serenamente y a sentirse acogidos durante todos los años de vida que les concedas.
María, Madre de todos los vivientes, cuida constantemente a los abuelos, acompáñalos durante su peregrinación terrena, y con tus oraciones obtén que todas las familias se reúnan un día en nuestra patria celestial, donde esperas a toda la humanidad para el gran abrazo de la vida sin fin. 
Amén.


jueves, 19 de julio de 2012

Las quince oraciones de Santa Brígida para rezar durante un año


Primera oración


¡Oh Jesucristo, sois la eterna dulzura
 de todos los que os aman;
 la alegría que sobrepasa todo gozo y deseo; 
la salvación y esperanza
 de todos los pecadores! 
Habéis manifestado no tener mayor deseo 
que el de permanecer en medio de los hombres, 
en la tierra. 
Los amáis hasta el punto de
 asumir la naturaleza humana, 
en la plenitud de los tiempos, 
por amor a ellos. Acordaos de todos
 los sufrimientos que habéis soportado 
desde el instante de vuestra 
Concepción y especialmente 
durante vuestra Sagrada Pasión; 
tal como fue decretado y ordenado 
desde toda la eternidad, según el plan divino.
Acordaos, Oh Señor, 
que durante la última cena con vuestros
 discípulos les lavasteis los pies;
 y después, les disteis vuestro Sacratísimo
 Cuerpo y vuestra Sangre Preciosísima.
 Luego, confortándolos con dulzura,
les anunciasteis vuestra próxima Pasión.
Acordaos de la tristeza y amargura que 
habéis experimentado en vuestra Alma,
 como Vos mismo lo afirmasteis, diciendo: 
"Mi Alma está triste hasta la muerte".
Acordaos de todos los temores,
 las angustias y los dolores que habéis 
soportado en vuestro Sagrado Cuerpo
 antes del suplicio de la crucifixión. 
Después de haber orado tres veces, 
todo bañado de sudor sangriento,
 fuisteis traicionado por vuestro discípulo, 
Judas; apresado por los habitantes de una nación 
que habíais escogido y enaltecido. 
Fuisteis acusado por falsos testigos e injustament
e juzgado por tres jueces; 
todo lo cual sucedió en la flor de vuestra madurez,
 y en la solemne estación pascual.
Acordaos que fuisteis despojado de 
vuestra propia vestidura, 
y revestido con manto de irrisión. 
Os cubrieron los ojos y la cara
 infligiéndoos bofetadas.
 Después, coronándoos de espinas, 
pusieron en vuestras manos una caña. 
Finalmente, fuisteis atado a la columna, 
desgarrado con azotes, 
y agobiado de oprobios y ultrajes.
En memoria de todas estas penas y dolores, 
que habéis soportado antes de 
vuestra Pasión en la Cruz, 
concededme, antes de morir, 
una contrición verdadera, 
una confesión sincera y completa, 
adecuada satisfacción,
 y la remisión de todos mis pecados. 
Amén.


Segunda oración


¡Oh Jesús, verdadera libertad de 
los ángeles y paraíso de delicias! 
Acordaos del horror y la tristeza con 
que fuisteis oprimido, 
cuando vuestros enemigos,
 como leones furiosos, 
os rodearon con miles de injurias:
 salivazos, bofetadas, laceraciones, 
arañazos y otros suplicios inauditos. 
Os atormentaron a su antojo.
 En consideración a estos tormentos y
 a las palabras injuriosas os suplico, 
¡Oh mi Salvador, y Redentor!, 
que me libréis de todos mis enemigos 
visibles e invisibles y que bajo Vuestra 
protección, hagáis que yo alcance la perfección
 de la salvación eterna. 
Amén.


Tercera oración


¡Oh Jesús, Creador del Cielo y de la Tierra,
 al que nada puede contener ni limitar! 
Vos abarcáis todo y todo es sostenido
 bajo vuestra amorosa potestad. 
Acordaos del dolor muy amargo que sufristeis 
cuando los judíos, con gruesos clavos cuadrados,
 golpe a golpe clavaron vuestras
 Sagradas Manos y Pies a la Cruz. 
Y, no viéndoos en un estado suficientemente
 lamentable para satisfacer su furor, 
agrandaron vuestras Llagas,
 agregando dolor sobre dolor. 
Con indescriptible crueldad, 
extendieron vuestro Cuerpo en la Cruz y, 
a fuerza de jalones y de violentos estirones, 
en todas direcciones, 
dislocaron vuestros Huesos.
¡Oh Jesús!, 
en memoria de este santo dolor 
que habéis soportado con tanto amor en la Cruz,
 os suplico me concedáis la gracia 
de temeros y amaros.
 Amén.


Cuarta oración


¡Oh Jesús, Médico Celestial, 
elevado en la Cruz para curar nuestras llagas
 con las vuestras!
 Acordaos de las contusiones y los desfallecimientos 
que habéis sufrido en todos vuestros miembros, 
que fueron distendidos a tal grado 
que no ha habido dolor semejante al vuestro. 
Desde la cabeza hasta la planta de los pies, 
ninguna parte de vuestro Cuerpo
 estaba exenta de tormentos. 
Sin embargo, olvidando todos vuestros sufrimientos, 
no dejasteis de pedir por vuestros enemigos 
a vuestro Padre Celestial, diciéndole: 
"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".
Por esta inmensa misericordia, 
y en memoria de estos sufrimientos, 
os hago esta súplica: conceded que el recuerdo
 de vuestra muy amarga Pasión,
 nos alcance una perfecta contrición,
 y la remisión de todos nuestros pecados.
 Amén.


Quinta oración


¡Oh Jesús,
 espejo del Resplandor Eterno! 
Acordaos de la tristeza aguda que habéis 
sentido al contemplar con anticipación las almas 
que habían de condenarse. 
A la luz de vuestra Divinidad 
habéis vislumbrado la predestinación 
de aquellos que se salvarían 
mediante los méritos de Vuestra Sagrada Pasión. 
Simultáneamente habéis contemplado
 tristemente la inmensa multitud de réprobos 
que serían condenados por sus pecados; 
y os habéis quejado amargamente
de esos desesperados,
perdidos y desgraciados pecadores.
Por este abismo de compasión y piedad, 
y principalmente por la bondad que demostrasteis
 hacia el buen ladrón, diciéndole: 
"Hoy estarás conmigo en el Paraíso", 
hago esta súplica, Dulce Jesús. 
Os pido que a la hora de mi muerte 
tengáis misericordia de mí.
 Amén.



Sexta oración


¡Oh Jesús, 
Rey infinitamente amado y deseado!
 Acordaos del dolor que habéis sufrido 
cuando, desnudo y como un criminal común
 y corriente, fuisteis clavado y elevado en la Cruz.
 También fuisteis abandonado de todos 
vuestros parientes y amigos, 
con la excepción de vuestra muy amada Madre. 
En vuestra agonía, Ella permaneció fiel junto a Vos.
 Luego, la encomendasteis a vuestro fiel discípulo,
 Juan, diciendo a Maria: "Mujer, he aquí a tu hijo!
" Y a Juan: "¡He aquí a tu Madre!"
Os suplico, ¡Oh mi Salvador!, 
por la espada de dolor que entonces traspasó
 el alma de vuestra Santísima Madre, 
que tengáis compasión de mí.
 Y, en todas mis aflicciones y tribulaciones,
 tanto corporales como espirituales, 
tened piedad de mí. Asistidme en todas mis pruebas,
 y especialmente en la hora de mi muerte. 
Amén.


Séptima oración


¡Oh Jesús, inagotable Fuente de compasión,
 ten compasión de mí! En profundo gesto de amor,
 habéis exclamado en la Cruz: "Tengo sed". 
Era sed por la salvación del género humano. 
¡Oh mi Salvador! Os ruego que inflaméis
 nuestros corazones con el deseo
 de dirigirnos a la perfección, en todas nuestras obras. 
Extinguid en nosotros la concupiscencia carnal 
y el ardor de los apetitos mundanos.
 Amén.


Octava oración


¡Oh Jesús, dulzura de los corazones
 y deleite del espíritu! Por el vinagre y la hiel amarga 
que habéis probado en la Cruz, 
por amor a nosotros, oíd nuestros ruegos. 
Concedednos la gracia
a de recibir dignamente vuestro 
Sacratísimo Cuerpo y Sangre Preciosísima 
durante nuestra vida, y también a la hora de la muerte, 
para servir de remedio y consuelo a nuestras almas.
 Amén.


Novena oración


¡Oh Jesús, virtud real y gozo del alma!
 Acordaos del dolor que habéis sentido,
 sumergido en un océano de amargura, 
al acercarse la muerte, 
insultado y ultrajado por los judíos. 
Clamasteis en voz alta que habíais sido
 abandonado por Vuestro Padre Celestial, 
diciéndole: "Dios mío, Dios mío, 
¿por qué me has abandonado?". 
Por esta angustia, os suplico, 
¡Oh mi Salvador!, que no me abandonéis 
en los terrores y dolores de mi muerte.
 Amén.


Décima oración


¡Oh Jesús, principio y fin de todas las cosas, 
sois la Vida y la Virtud plena! 
Acordaos que por causa nuestra fuisteis
 sumergido en un abismo de penas, 
sufriendo dolor desde la planta de los pies 
hasta la coronilla de la cabeza. 
En consideración a la enormidad de vuestras llagas, 
enseñadme a guardar, por puro amor a vos, 
todos vuestros Mandamientos, 
cuyo camino en vuestra Ley Divina es amplio 
y agradable para aquellos que os aman. 
Amén.


Undécima oración


¡Oh Jesús, abismo muy profundo de Misericordia!
 En memoria de las llagas que penetraron 
hasta la médula de vuestros huesos
 y entrañas para atraerme hacia Vos, 
presento esta súplica. Yo, 
miserable pecador, 
profundamente sumergido en mis ofensas, 
pido que me apartéis del pecado.
 Ocultadme de vuestro rostro tan justamente irritado
 contra mí. Escondedme en los huecos de vuestras llagas 
hasta que vuestra cólera y justísima indignación hayan cesado.
 Amén.


Duodécima oración


¡Oh Jesús, Espejo de la Verdad, 
Sello de la Unidad y Vínculo de la Caridad! 
Acordaos de la multitud de llagas 
con que fuisteis herido, desde la cabeza hasta los pies. 
Esas llagas fueron laceradas y enrojecidas, 
¡Oh dulce Jesús!, 
por la efusión de vuestra adorable sangre.
 ¡Oh, qué dolor tan grande y repleto habéis sufrido 
por amor a nosotros, en vuestra carne virginal! 
¡Dulcísimo Jesús!
 ¿Qué hubisteis de hacer por nosotros que no hayáis hecho?
 Nada falta. ¡Todo lo habéis cumplido!
 ¡Oh amable y adorable Jesús! 
Por el fiel recuerdo de vuestra Pasión, 
que el fruto meritorio de vuestros sufrimientos
 sea renovado en mi alma. Y que en mi corazón,
 vuestro amor aumente cada día hasta que llegue
 a contemplaros en la eternidad.
 ¡Oh amabilísimo Jesús! 
Vos sois el tesoro de toda alegría y dicha verdadera, 
que os pido me concedáis en el Cielo. 
Amén.


Decimotercera oración


¡Oh Jesús, fuerte León,
 Rey inmortal e invencible! 
Acordaos del inmenso dolor
 que habéis sufrido cuando, 
agotadas todas vuestras fuerzas, 
tanto morales como físicas, 
inclinasteis la cabeza y dijisteis: 
"Todo está consumado". Por esta angustia y dolor,
 os suplico, Señor Jesús, 
que tengáis piedad de mí en la hora de mi muerte
 cuando mi mente esté tremendamente perturbada
 y mi alma sumergida en angustia. 
Amén.



Decimocuarta oración


¡Oh Jesús, único Hijo del Padre Celestial,
 esplendor y semejanza de su esencia!
 Acordaos de la sencilla y humilde recomendación 
que hicisteis de vuestra alma, 
a vuestro Padre Eterno, diciéndole:
 "¡Padre en tus Manos encomiendo mi Espíritu!" 
Desgarrado vuestro cuerpo, 
destrozado vuestro corazón, 
y abiertas las entrañas de vuestra 
misericordia para redimirnos, 
habéis expirado. Por vuestra Preciosa Muerte, 
os suplico, ¡Oh Rey de los santos!, 
confortadme. Socorredme para resistir al demonio, 
a la carne y al mundo, a fin de que, 
estando muerto al mundo, 
viva yo solamente para Vos. 
Y, a la hora de mi muerte, 
recibid mi alma peregrina y 
desterrada que regresa a Vos.
 Amén.

Decimoquinta oración


¡Oh Jesús, verdadera y fecunda Vid! 
Acordaos de la abundante efusión
 de sangre que tan generosamente 
habéis derramado de vuestro sagrado cuerpo. 
Vuestra preciosa sangre fue derramada
 como el jugo de la uva bajo el lagar.
De vuestro costado,
 perforado con la lanza por un soldado, 
ha brotado sangre y agua, 
hasta no quedar en vuestro cuerpo gota alguna.
 Finalmente, como un haz de mirra, 
elevado a lo alto de la cruz, 
la muy fina y delicada carne vuestra fue destrozada; 
la substancia de vuestro cuerpo fue marchitada 
y disecada la médula de vuestros huesos.
 Por esta amarga Pasión, 
y por la efusión de vuestra preciosa Sangre,
 os suplico, ¡Oh dulcísimo Jesús!, 
que recibáis mi alma, 
cuando yo esté sufriendo en la agonía de mi muerte. 
Amén.

Conclusión


¡Oh Dulce Jesús! 
Herid mi corazón a fin de que mis lágrimas 
de amor y penitencia me sirvan de pan, día y noche. 
Convertidme enteramente, ¡Oh mi Señor!, a Vos. 
Haced que mi corazón sea vuestra habitación perpetua.
 Y que mi conversación sea agradable. 
Que el fin de mi vida os sea de tal suerte loable, 
que después de mi muerte pueda merecer 
vuestro Paraíso; y alabaros para siempre 
en el Cielo con todos vuestros santos. 
Amén. 


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Santa Brígida de Suecia (1303-1373). 
Fue declarada santa en 1391;
es considerada además la santa patrona de Suecia,
 patrona de las viudas y una de las patronas de Europa. 
Su fiesta es el 23 de julio.

Santa Brigida, escribió: 
"Mi amado hermano, 
yo estaba sumergida en las más grandes amarguras de la vida.
 El dolor, la enfermedad, 
la pobreza y el abandono me afligían. 
Con amor, cada tarde leí estas Oraciones,
 mi vida ha sido transformada milagrosamente y el Señor, 
fiel a sus promesas, me ha colmado de gozo, 
bienestar, riqueza y consuelo. 
Lo que Jesús ha hecho por mí, miserable pecadora, 
lo hará también por ti, mi amado hermano. 
Lee cada día estas oraciones".


Todos estos privilegios fueron prometidos a Santa Brígida 
desde una imagen de nuestro Señor Jesucristo Crucificado, 
a condición de que ella rezase todos los días estas oraciones, 
y son también prometidos a todos aquellos
 que las recen devotamente cada día durante el período de un año.

La santa, durante su vida, tuvo numerosas visiones.
 Deseaba saber el número de los golpes 
que nuestro Señor había recibido durante su Pasión,
 un día Él se le apareció diciéndole: 
«Hija mía, he recibido 5480 golpes sobre mi cuerpo. 
Si tú quieres honrarlos dirás 15 Padrenuestros
 y 15 Ave Marías con las oraciones siguientes
 (que le enseñó) durante un año. 
Pasado el año,
 tú me habrás honrado por cada una de mis llagas».
Y añadió: 
«Quienquiera que rece estas oraciones 
durante un año tendrá estos beneficios":


1. Liberará del Purgatorio a quince almas de su estirpe.
2. Quince justos de su estirpe serán confirmados 
y conservados en gracia.
3. Quince pecadores de su estirpe se convertirán.
4. La persona que las rece llegará al mayor grado de perfección.
5. Quince días antes de morir recibirá mi precioso 
Cuerpo de modo que será liberado del hambre eterno y 
beberá mi preciosa Sangre para que no tenga sed en la eternidad.
6. Quince días antes de morir tendrá una contrición amarga 
de todos sus pecados y un perfecto conocimiento de ellos.
7. Pondré el signo de mi Cruz victorioso ante ella
 para socorrerla y defenderla contra los ataques de sus enemigos.
8. Antes de su muerte yo vendré a ella con mi amada Madre.
9. Recibiré con bondad su alma y la llevaré a los gozos eternos.
10. Y, conduciéndola hasta allá le daré, con singular trato, 
a beber de la fuente de mi divinidad; c
osa que no haré con aquellos que no hayan recitado estas oraciones.
11. Necesitas saber que a quienquiera que haya vivido 
durante treinta años en pecado mortal y diga devotamente estas 
Oraciones o se haya propuesto hacerlo,
 yo le perdonaré todos sus pecados.
12. Lo defenderé de las tentaciones.
13. Le conservaré sus cinco sentidos.
14. Lo preservaré de la muerte repentina.
15. Salvaré su alma de las penas eternas.
16. Obtendrá todo lo que pidiera a Dios
 y a la Santa Virgen María.
17. Si hubiera vivido siempre según su propia voluntad y 
debiera de morir mañana, su vida se prolongará.
18. Todas las veces que rezare estas
 oraciones ganará la indulgencia parcial. 
19. Estará seguro de estar junto al coro de los Ángeles.
20. Si alguien las enseñara a otro, tendrá gozo y mérito sin fin,
 estables sobre la tierra y eternamente en Cielo.
21. Donde fueran pronunciadas estas oraciones, 
Dios estará presente con su gracia».

Si multiplicamos las quince oraciones 
por los trescientos sesenta y cinco días del año,
 nos da un total de cinco mil cuatrocientos setenta y cinco azotes.
 Parece ser que los otros cinco se refiere a sus otras cinco llagas
 (manos, pies y costado) que, en este caso, 
no fueron producidas por el látigo, sino por los clavos y la lanza. 
Estas cinco llagas más 
los cinco mil cuatrocientos setenta y cinco azotes,
 da un total de cinco mil cuatrocientos ochenta golpes que recibió,
 en su Cuerpo, Nuestro Señor Jesucristo.