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martes, 11 de febrero de 2014

Una reflexión sobre la histórica renuncia de Benedicto XVI.

El 11 de febrero recordamos el primer aniversario de la renuncia al ministerio petrino de Benedicto XVI. Un gesto memorable que fue acogido con inmensa sorpresa en todo el mundo y no sólo en la Iglesia, que dio paso a la elección del sucesor, Francisco.
Para una reflexión sobre histórica renuncia de Benedicto XVI, nuestro colega, Alessandro Gisotti, ha entrevistado al padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de nuestra emisora:
Hacía siglos que un Papa no renunciaba y, por lo tanto, para la mayor parte de las personas se trataba de un gesto inusual y sorprendente. En realidad, para quién acompañaba más de cerca a Benedicto XVI, era claro que el Papa había reflexionado sobre este tema, y lo había dicho ya explícitamente en su conversación con Peter Seewald, poco tiempo atrás. Y, entonces, era un tema sobre el cual él oraba, reflexionaba, evaluaba, haciendo un discernimiento espiritual. Es aquello sobre lo cual nos ha informado y nos ha dado como una relación sintética el día de su renuncia, en aquellas palabras breves pero densísimas que explicaban, en modo absolutamente adecuado y claro, los criterios en base a los cuales había tomado su decisión.Lo que yo digo - y he dicho ya entonces – es que me parecía un gran acto de gobierno, es decir, una decisión tomada libremente que incide verdaderamente en la situación y en la historia de la Iglesia. En este sentido, es un gran acto de gobierno, hecho con una gran profundidad espiritual, una gran preparación desde el punto de vista de la reflexión y de la oración; un gran coraje porque, efectivamente, tratándose de una decisión inusual, podían presentarse problemas o dudas acerca de lo que esto habría significado, como consecuencia para el futuro, como percepción por parte del pueblo de Dios o del público. La claridad con la cual Benedicto XVI se había preparado para este gesto y, diría, la fe con la cual se había preparado, le ha dado la serenidad y la fuerza necesaria para llevarlo a cabo, yendo con valentía y con serenidad, con una visión verdaderamente de fe y de espera en el Señor que acompaña continuamente a su Iglesia, ante esta situación nueva que él ha vivido en primera persona, por diversas semanas, y que luego la Iglesia ha vivido con la sucesión y la elección del nuevo Papa, como todos sabemos. He aquí entonces que se ha verificado plenamente este sentido de acompañamiento de la Iglesia en camino por parte del Espíritu del Señor.

P – Justamente con respecto a este último pasaje: muchos, hace un año, se preguntaban cómo habría sido la inédita convivencia entre dos Papas. Hoy, se ve que tantos temores – quizás más de los “expertos” que del pueblo de Dios - eran exagerados…
R – Sí, desde este punto de vista, a mí me parecía absolutamente claro que no había que tener ningún temor. ¿Por qué? Porque la cuestión es que el papado es un servicio y no un poder. Si se viven los problemas en clave de poder, entonces es claro que dos personas pueden tener dificultad para convivir, porque puede ser difícil el hecho de renunciar a un poder y convivir con el sucesor. Pero si se vive todo exclusivamente como un servicio, entonces una persona que ha cumplido su servicio ante Dios y en plena conciencia pasa el testimonio de este servicio a otra persona, que con actitud de servicio y en plena libertad de conciencia, desarrolla este deber, ¡entonces el problema no se presenta absolutamente! Existe una solidaridad espiritual profunda entre los Servidores de Dios que buscan el bien del pueblo de Dios en el servicio al Señor.
P- El Papa Benedicto se ha despedido subrayando que habría continuado sirviendo a la Iglesia con la oración: esto es una contribución realmente extraordinaria que nos ha dado, y está dando todavía, ¿verdad?
R – Sí, un pequeñísimo recuerdo personal: sobre todo en los primeros tiempos del Pontificado, cada vez que había una audiencia y yo pasaba a saludar al Papa, como de costumbre me daba un Rosario, porque sucede a menudo que se dé una imagen, un Rosario, una medalla. Y cada vez que el Papa me daba un Rosario, decía: “también los curas tienen que acordarse rezar”. Pues, esto no lo olvidé nunca, porque manifestaba así, en un modo muy simple, su convicción y su atención al lugar de la oración en nuestra vida, también y en particular, en la vida de quién tiene deberes de responsabilidad en el servicio al Señor. Benedicto XVI ciertamente ha sido siempre un hombre de oración, en toda su vida, y deseaba – probablemente – tener un tiempo en el cual vivir esta dimensión de la oración con más espacio, totalidad y profundidad. Y ahora este es su tiempo.

P – Por otra parte, a la vida de oración del Papa Benedicto no le faltan momentos de encuentro, también con el Papa Francisco, como sabemos. ¿Qué nos puede decir acerca de esta dimensión de vida oculta, pero no aislada, de Joseph Ratzinger?
R- Creo que sea justo darse cuenta que vive de manera discreta, sin una dimensión pública; pero esto no quiere decir que viva aislado, encerrado como una clausura estricta. Desarrolla una actividad normal para una persona anciana – una persona anciana religiosa: es decir, una vida de oración, de reflexión, de lectura, de escritura en el sentido que responde a la correspondencia que recibe; de coloquios, de encuentros con personas que le están cerca, a las que encuentra con gusto, con las cuales considera útil tener un diálogo, que le piden consejos o cercanía espiritual. Por consiguiente: la vida de una persona rica espiritualmente, de gran experiencia, en una relación discreta con los otros.Lo que no existe es la dimensión pública a la cual estábamos acostumbrados, siendo el Papa y, por lo tanto, estando siempre bajo los reflectores, bajo la atención de todo el mundo. Esto no existe, pero por lo demás, es una vida normal con diversas relaciones. Y, entre estas relaciones, está la relación con su sucesor, la relación con el Papa Francisco que, como sabemos, tiene momentos de encuentro personal, de diálogo: uno ha ido a la casa del otro y viceversa. Y luego están las otras formas de contacto que pueden ser el teléfono o los mensajes que le son enviados: una situación de relación del todo normal, diría, y de solidaridad. Me parece que sea muy bello para nosotros, cuando tenemos aquellas raras imágenes de los dos Papas juntos y que oran juntos – el Papa actual y el Papa emérito: es un signo muy hermoso y alentador de la continuidad del ministerio petrino en el servicio de la Iglesia.

P- Por último: padre Lombardi, usted ha seguido a Benedicto XVI en todos los años de su Pontificado. ¿Qué le está dando el Papa Benedicto ahora, personalmente, espiritualmente, desde el 11 de febrero pasado?
R- Yo siento mucho la presencia del Papa Benedicto XVI como una presencia espiritual fuerte que acompaña, que tranquiliza. Pienso en las grandes figuras de los ancianos de la historia de la Iglesia y de la historia sagrada, en particular, todos pensamos – por ejemplo – en Simeón, que acoge en el Templo a Jesús y que mira con alegría a su destino eterno y también al futuro de la comunidad que continúa a caminar sobre esta tierra. Pues, todos sabemos el grandísimo valor de tener con nosotros a los ancianos, ancianos ricos de sabiduría, ricos de fe, serenos: son verdaderamente una grandísima ayuda para quién es más joven, para seguir adelante mirando con confianza y con esperanza al futuro. Benedicto XVI representa para mí – y creo para la Iglesia – esto: el Gran Anciano, sabio, digamos incluso santo, que nos invita con serenidad. Da verdaderamente una impresión de gran serenidad espiritual. Ha conservado su sonrisa que nos era habitual en los momentos bellos en los cuales lo encontrábamos y que nos invita, por lo tanto, a seguir adelante en el camino, con fe y con esperanza.

fuente: http://www.news.va/es/news/el-papado-es-un-servicio-y-no-un-poder-el-padre-lo


viernes, 1 de marzo de 2013

BENEDICTO XVI PAPA EMÉRITO:

    

 En la pagina del Vaticano(http://www.vatican.va) tenemos este precioso libro digital que a mi me ha encantado y por eso comparto el enlace. Es estehttp://www.vatican.va/bxvi/omaggio/index_sp.html

     Está muy completo, en el nos cuenta todo sobre el Pontificio de Benedicto XVI pero de un modo ameno que puede ser seguido por los más pequeños con interés.  
Solo hay que ir picando sobre las paginas para que se muevan y pasen, seguro que a tus peques como a los míos les va a encantar eso. 
     Además tiene pequeños enlaces que nos llevan al picar sobre ellos y nos llevan a los mensajes del ahora Papa emérito Benedicto XVI.
     Te dejo una muestra de las paginas que puedes encontrar y te invito a pasar, personalmente tengo que decir que me he emocionado mucho viéndolo. 


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jueves, 28 de febrero de 2013

PERIODO PARA LA IGLESIA DE SEDE VACANTE:

Imagen: A través de D. Luis Javier Moxó Soto (BLOGUEROS CATÓLICOS)
SEDE VACANTE (momento en que se cierran las puertas)

Con el retiro de la Guardia Suiza y el cierre de las puertas de la residencia pontificia de Castel Gandolfo este jueves 28 de febrero a las 8:00 p.m. (hora de Roma) se ha marcado el inicio del periodo conocido como Sede vacante, y los católicos del mundo elevan sus oraciones por los cardenales que en el cónclave elegirán al nuevo Papa y sucesor de Benedicto XVI.


Benedict XVI ‏@Pontifex
28 de febrero de 2013
Gracias por vuestro amor y cercanía. Que experimentéis siempre la alegría de tener a 

Cristo como el centro de vuestra vida.







Ahora más que nunca debemos de unirnos en oración y pedir al Santo Espíritu, un Papa a la altura de las circunstancias que la Iglesia necesita para ayudar a la obra de Cristo.
Tambien recemos por el que hasta hoy a sido Papa y que tan bien nos ha servido Benedicto XVI. para que desde su retiro pueda seguir alumbrándonos con su sabiduría. 

miércoles, 27 de febrero de 2013

HOMENAJE AL SANTO PADRE BENEDICTO XVI:


En el blog de mi buena amiga Maria Josefina Tarjetas y oraciones, encontraras muchas muestras creativas del cariño que le tiene al Papa. Yo suelo recurrir mucho a su blog para utilizar los recursos que ella comparte. Hoy te traigo algunas de las estampas de sus entradas de este mes de Febrero que muestran el cariño que le tenemos a Benedicto XVI. Espero que te gusten.
Todas las imágenes pueden ampliarse por la calidad que disponen. Pudiendo utilizarse también como pósters.

         

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sábado, 23 de febrero de 2013

¡Mándale una tarjeta al Papa Benedicto!

El Papa Benedicto ha sido un regalo para la Iglesia. Dios nos ha dado un hombre santo y humilde para guiarnos a través de casi ocho años de pontificado. Lo menos que podemos hacer es darle las gracias y ofrecerle nuestras pobres oraciones para que Dios lo siga bendiciendo en su nueva etapa de vida.

Así que decidimos hacerle una tarjeta usando el dibujo tan hermoso que hizo Víctor, creador de Happy Saints. Es algo muy sencillo, pero les ayudó a mis hijos a pensar por qué le estábamos dando las gracias (sobre todo a los pequeños).

Te animo a que también tú le mandes una tarjeta. 

¡Inundemos el Vaticanos con muestras de agradecimiento por nuestro Papa!


La dirección es:

Papa Benedicto XVI. 
Ciudad del Vaticano, 
Roma, Italia

  
¡Todo por amor a Cristo y a su Iglesia!
Xhonané


FUENTE:Familia Católica: ¡Mándale una tarjeta al Papa Benedicto!
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martes, 12 de febrero de 2013

BARNNER: TWEETS PADRE FRAY NELSON MEDINA.

Del blog de TARJETAS Y ORACIONES. os traigo este banner que puedes modificar de tamaño e incluirlo en tu web, blog o pagina.



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sábado, 26 de enero de 2013

MENSAJES DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI POR LAS REDES SOCIALES:

Tengo el gusto de compartiros tres preciosas estampas con los mensajes de Benedicto XVI. 
La primera es del blog de mi amiga Josefina cuyo enlace esta bajo la estampa. Nos transmite la opinión del Pontífice frente a realizar apostolado desde los nuevos medios.
Las dos siguientes son mías  una donde podemos ver al Papa twiteando y donde se manifiesta desde el mensaje para la 47 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
La tercera y última es el twiter que ha dedicado desde su perfil en la red social uniéndose  a todos los que nos manifestamos por la cultura de la vida.
Espero que os gusten y os sobre todo que os sirvan de utilidad, no solo como marcadores, si no como ejemplos de vida que nos ayuden a hacer del mundo un lugar mejor con nuestra conducta basada en el amor.






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miércoles, 15 de agosto de 2012

ÁNGELUS DE LA ASUNCIÓN.

Mira que preciosa tarjeta han publicado en el blog:
¿Verdad que es muy bonita para utilizar de marcador en nuestra biblia?

jueves, 26 de julio de 2012

Oracion del Papa Benedicto XVI por los abuelos:



Señor Jesús, tu naciste de la Virgen María, hija de San Joaquín y Santa Ana. Mira con amor a los abuelos de todo el mundo.
¡Protégelos! Son una fuente de enriquecimiento para las familias, para la Iglesia y para toda la sociedad. ¡Sostenlos! Que cuando envejezcan sigan siendo para sus familias pilares fuertes de la fe evangélica, custodios de los nobles ideales, hogareños, tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas.
Haz que sean maestros de sabiduría y valentía, que transmitan a generaciones futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual.
Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad a valorar la presencia y el papel de los abuelos. Qué jamás sean ignorados o excluidos, sino que siempre encuentren respeto y amor.
Ayúdales a vivir serenamente y a sentirse acogidos durante todos los años de vida que les concedas.
María, Madre de todos los vivientes, cuida constantemente a los abuelos, acompáñalos durante su peregrinación terrena, y con tus oraciones obtén que todas las familias se reúnan un día en nuestra patria celestial, donde esperas a toda la humanidad para el gran abrazo de la vida sin fin. 
Amén.


lunes, 23 de julio de 2012

BENEDICTO XVI: SANTA BRÍGIDA DE SUECIA, COPATRONA DE EUROPA


Queridos hermanos y hermanas,
en la ferviente vigilia del Gran Jubileo del Año 2000, el Venerable Siervo de Dios Juan Pablo II proclamó a santa Brígida de Suecia copatrona de toda Europa. Esta mañana quisiera presentar su figura, su mensaje, y las razones por las que esta santa mujer tiene mucho que enseñar – aún hoy – a la Iglesia y al mundo.
Conocemos bien los acontecimientos de la vida de santa Brígida, porque sus padres espirituales redactaron su biografía para promover su proceso de canonización inmediatamente después de su muerte, que tuvo lugar en 1373. Brígida había nacido setenta años antes, en 1303, en Finster, en Suecia, una nación del Norte de Europa que desde hacía tres siglos había acogido la fe cristiana con el mismo entusiasmo con el que la Santa la había recibido de sus padres, personas muy piadosas, pertenecientes a familias nobles cercanas a la Casa reinante.

viernes, 29 de junio de 2012

ESTE DOMINGO 1 DE JULIO COLABORA CON LA COLECTA DEL ÓBOLO DE SAN PEDRO


* Permitirá ayudar las obras sociales del Santo Padre por las personas más necesitadas en el mundo

Este domingo 1 de julio, en todas las parroquias y templos católicos del Perú se realizará la Colecta para la Caridad del Papa, más conocida como el “Óbolo de San Pedro”, que permite al Santo Padre, Benedicto XVI, destinar esa ayuda a obras humanitarias y de promoción social en el mundo entero y que anualmente se realiza en el marco de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.

Con la Colecta del Óbolo de San Pedro se atienden miles de obras sociales en todo el mundo. La ayuda va dirigida a hospitales, orfanatos, guarderías, la educación de niños especiales y para paliar otras miserias que se producen en el mundo. Es decir, esta ayuda material busca paliar las necesidades de miles de hermanos que sufren a causa de los desastres naturales, epidemias y consecuencias de las guerras.

Asimismo, podrán colaborar con esta colecta, a través de las cuentas de depósito del Banco de Crédito: En soles 193-1448637-0-95 / En dólares 193-1448557-1-97. Para mayor información puede dirigirse a la Delegación Nacional del Óbolo San Pedro, sito en Jirón Estados Unidos 838 – Jesús María. Teléfono: 463-1010 anexo 264.

Editado por JULIO C. CHUQUIPOMA 

viernes, 11 de mayo de 2012

ORACION DE BENEDICTO XVI ANTE LA VIRGEN DE FATIMA.




Señora Nuestra y Madre de todos los hombres y mujeres,
aquí estoy como un hijo
que viene a visitar a su Madre
y lo hace en compañía
de una multitud de hermanos y hermanas.
Como Sucesor de Pedro,
al que se le confió la misión
de presidir el servicio
de la caridad en la Iglesia de Cristo
y de confirmar a todos en la fe
y en la esperanza,
quiero presentar a tu Corazón Inmaculado
las alegrías y las esperanzas,
así como los problemas y los sufrimientos
de cada uno de estos hijos e hijas tuyos,
que se encuentran en Cova de Iria
o que nos acompañan desde la distancia.
Madre amabilísima,
tú conoces a cada uno por su nombre,
con su rostro y con su historia,
y quieres a todos
con amor materno,
que fluye del mismo corazón de Dios Amor.
Te confío a todos y los consagro a ti,
María Santísima,
Madre de Dios y Madre nuestra.
El Venerable Papa Juan Pablo II,
que te visitó tres veces, aquí en Fátima,
y te agradeció aquella “mano invisible”
que lo libró de la muerte,
en el atentado del trece de mayo,
en la Plaza de San Pedro, hace casi treinta años,
quiso ofrecer al Santuario de Fátima
la bala que lo hirió gravemente
y que fue colocada en tu corona de Reina de la Paz.
Nos consuela profundamente
saber que estás coronada
no sólo con la plata
y el oro de nuestras alegrías y esperanzas,
sino también con la “bala”
de nuestras preocupaciones y sufrimientos.
Te agradezco, Madre querida,
las oraciones y sacrificios
que los Pastorcillos
de Fátima realizaron por el Papa,
animados por los sentimientos
que tú les habías infundido en las apariciones.
Agradezco igualmente a todos aquellos que,
cada día,
rezan por el Sucesor de Pedro
y sus intenciones,
para que el Papa sea fuerte en la fe,
audaz en la esperanza y ferviente en el amor.
 Madre querida por todos nosotros,
te entrego aquí en tu Santuario de Fátima,
la Rosa de Oro
que he traído desde Roma,
como regalo de gratitud del Papa,
por las maravillas que el Omnipotente
ha realizado por tu mediación
en los corazones de tantos peregrinos
que vienen a esta tu casa materna.
 Estoy seguro de que los Pastorcillos de Fátima,
los Beatos Francisco y Jacinta
y la Sierva de Dios Lucía de Jesús,
nos acompañan en este momento de súplica y júbilo.

jueves, 23 de febrero de 2012

MENSAJE DEL PAPA BENEDICTO XVI PARA LA CUARESMA 2012.





«Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (Hb 10, 24)

Queridos hermanos y hermanas

La Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. En efecto, este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual.

viernes, 17 de febrero de 2012

MENSAJE DEL PAPA PARA NIÑOS (cuaresma 2012)




sábado, 19 de noviembre de 2011

CATEQUESIS ESPONTANEA DE BENEDICTO XVI A UNOA CIEN MIL NIÑOS.

Catequesis espontánea de Benedicto XVI a unos cien mil niños
Tarde del 15 de Octubre de 2005
Creemos importante, dar a conocer sobre todo a aquellos que llevamos adelante la sublime tarea de evangelizar a las familias que se acercan a nuestra Catequesis Familiar, estas respuestas dadas por el Santo Padre Benedicto XVI a unos cien mil niños, las que, contienen un maravilloso contenido doctrinal, y que surgieron a raíz de preguntas nacidas desde la inocensia y la frescura de los pequeños.
Andrés: Querido Papa, ¿qué recuerdo tienes del día de tu primera Comunión?

Benedicto XVI: Ante todo, quisiera dar las gracias por esta fiesta de fe que me ofrecéis, por vuestra presencia y vuestra alegría. Saludo y agradezco el abrazo que algunos de vosotros me han dado, un abrazo que simbólicamente vale para todos vosotros, naturalmente. En cuanto a la pregunta, recuerdo bien el día de mi primera Comunión. Fue un hermoso domingo de marzo de 1936; o sea, hace 69 años. Era un día de sol; era muy bella la iglesia y la música; eran muchas las cosas hermosas y aún las recuerdo.

Éramos unos treinta niños y niñas de nuestra pequeña localidad, que apenas tenía 500 habitantes. Pero en el centro de mis recuerdos alegres y hermosos, está este pensamiento -el mismo que ha dicho ya vuestro portavoz-: comprendí que Jesús entraba en mi corazón, que me visitaba precisamente a mí. Y, junto con Jesús, Dios mismo estaba conmigo. Y que era un don de amor que realmente valía mucho más que todo lo que se podía recibir en la vida; así me sentí realmente feliz, porque Jesús había venido a mí. Y comprendí que entonces comenzaba una nueva etapa de mi vida —tenía 9 años— y que era importante permanecer fiel a ese encuentro, a esa Comunión. Prometí al Señor: "Quisiera estar siempre contigo" en la medida de lo posible, y le pedí: "Pero, sobre todo, está tú siempre conmigo". Y así he ido adelante por la vida. Gracias a Dios, el Señor me ha llevado siempre de la mano y me ha guiado incluso en situaciones difíciles. Así, esa alegría de la primera Comunión fue el inicio de un camino recorrido juntos. Espero que, también para todos vosotros, la primera Comunión, que habéis recibido en este Año de la Eucaristía, sea el inicio de una amistad con Jesús para toda la vida. El inicio de un camino juntos, porque yendo con Jesús vamos bien, y nuestra vida es buena.

Livia: Santo Padre, el día anterior a mi primera Comunión me confesé. Luego, me he confesado otras veces. Pero quisiera preguntarte: ¿debo confesarme todas las veces que recibo la Comunión? ¿Incluso cuando he cometido los mismos pecados? Porque me doy cuenta de que son siempre los mismos.

Benedicto XVI: Diría dos cosas: la primera, naturalmente, es que no debes confesarte siempre antes de la Comunión, si no has cometido pecados tan graves que necesiten confesión. Por tanto, no es necesario confesarse antes de cada Comunión eucarística. Este es el primer punto. Sólo es necesario en el caso de que hayas cometido un pecado realmente grave, cuando hayas ofendido profundamente a Jesús, de modo que la amistad se haya roto y debas comenzar de nuevo. Sólo en este caso, cuando se está en pecado "mortal", es decir, grave, es necesario confesarse antes de la Comunión. Este es el primer punto. El segundo: aunque, como he dicho, no sea necesario confesarse antes de cada Comunión, es muy útil confesarse con cierta frecuencia. Es verdad que nuestros pecados son casi siempre los mismos, pero limpiamos nuestras casas, nuestras habitaciones, al menos una vez por semana, aunque la suciedad sea siempre la misma, para vivir en un lugar limpio, para recomenzar; de lo contrario, tal vez la suciedad no se vea, pero se acumula.

Algo semejante vale también para el alma, para mí mismo; si no me confieso nunca, el alma se descuida y, al final, estoy siempre satisfecho de mí mismo y ya no comprendo que debo esforzarme también por ser mejor, que debo avanzar. Y esta limpieza del alma, que Jesús nos da en el sacramento de la Confesión, nos ayuda a tener una conciencia más despierta, más abierta, y así también a madurar espiritualmente y como persona humana. Resumiendo, dos cosas: sólo es necesario confesarse en caso de pecado grave, pero es muy útil confesarse regularmente para mantener la limpieza, la belleza del alma, y madurar poco a poco en la vida.

Andrés: Mi catequista, al prepararme para el día de mi primera Comunión, me dijo que Jesús está presente en la Eucaristía. Pero ¿cómo? Yo no lo veo.

Benedicto XVI: Sí, no lo vemos, pero hay muchas cosas que no vemos y que existen y son esenciales. Por ejemplo, no vemos nuestra razón; y, sin embargo, tenemos la razón. No vemos nuestra inteligencia, y la tenemos. En una palabra, no vemos nuestra alma y, sin embargo, existe y vemos sus efectos, porque podemos hablar, pensar, decidir, etc. Así tampoco vemos, por ejemplo, la corriente eléctrica y, sin embargo, vemos que existe, vemos cómo funciona este micrófono; vemos las luces. 
En una palabra, precisamente las cosas más profundas, que sostienen realmente la vida y el mundo, no las vemos, pero podemos ver, sentir sus efectos. No vemos la electricidad, la corriente, pero vemos la luz. Y así sucesivamente. Del mismo modo, tampoco vemos con nuestros ojos al Señor resucitado, pero vemos que donde está Jesús los hombres cambian, se hacen mejores. Se crea mayor capacidad de paz, de reconciliación, etc. Por consiguiente, no vemos al Señor mismo, pero vemos sus efectos: así podemos comprender que Jesús está presente. Como he dicho, precisamente las cosas invisibles son las más profundas e importantes. Por eso, vayamos al encuentro de este Señor invisible, pero fuerte, que nos ayuda a vivir bien.

Julia: Santidad, todos nos dicen que es importante ir a misa el domingo. Nosotros iríamos con mucho gusto, pero, a menudo, nuestros padres no nos acompañan porque el domingo duermen. El papá y la mamá de un amigo mío trabajan en un comercio, y nosotros vamos con frecuencia fuera de la ciudad a visitar a nuestros abuelos. ¿Puedes decirles una palabra para que entiendan que es importante que vayamos juntos a misa todos los domingos?

- Benedicto XVI: Creo que sí, naturalmente con gran amor, con gran respeto por los padres que, ciertamente, tienen muchas cosas que hacer. Sin embargo, con el respeto y el amor de una hija, se puede decir: querida mamá, querido papá, sería muy importante para todos nosotros, también para ti, encontrarnos con Jesús. Esto nos enriquece, trae un elemento importante a nuestra vida. Juntos podemos encontrar un poco de tiempo, podemos encontrar una posibilidad. Quizá también donde vive la abuela se pueda encontrar esta posibilidad. En una palabra, con gran amor y respeto, a los padres les diría: "Comprended que esto no sólo es importante para mí, que no lo dicen sólo los catequistas; es importante para todos nosotros; y será una luz del domingo para toda nuestra familia".

Alejandro: ¿Para qué sirve, en la vida de todos los días, ir a la santa misa y recibir la Comunión?

Benedicto XVI: Sirve para hallar el centro de la vida. La vivimos en medio de muchas cosas. Y las personas que no van a la iglesia no saben que les falta precisamente Jesús. Pero sienten que les falta algo en su vida. Si Dios está ausente en mi vida, si Jesús está ausente en mi vida, me falta una orientación, me falta una amistad esencial, me falta también una alegría que es importante para la vida. Me falta también la fuerza para crecer como hombre, para superar mis vicios y madurar humanamente. Por consiguiente, no vemos enseguida el efecto de estar con Jesús cuando vamos a recibir la Comunión; se ve con el tiempo. Del mismo modo que a lo largo de las semanas, de los años, se siente cada vez más la ausencia de Dios, la ausencia de Jesús. Es una laguna fundamental y destructora. Ahora podría hablar fácilmente de los países donde el ateísmo ha gobernado durante muchos años; se han destruido las almas, y también la tierra; y así podemos ver que es importante, más aún, fundamental, alimentarse de Jesús en la Comunión. Es él quien nos da la luz, quien nos orienta en nuestra vida, quien nos da la orientación que necesitamos.

Ana: Querido Papa, ¿nos puedes explicar qué quería decir Jesús cuando dijo a la gente que lo seguía: "Yo soy el pan de vida"?

Benedicto XVI: En este caso, quizá debemos aclarar ante todo qué es el pan. Hoy nuestra comida es refinada, con gran diversidad de alimentos, pero en las situaciones más simples el pan es el fundamento de la alimentación, y si Jesús se llama el pan de vida, el pan es, digamos, la sigla, un resumen de todo el alimento. Y como necesitamos alimentar nuestro cuerpo para vivir, así también nuestro espíritu, nuestra alma, nuestra voluntad necesita alimentarse. Nosotros, como personas humanas, no sólo tenemos un cuerpo sino también un alma; somos personas que pensamos, con una voluntad, una inteligencia, y debemos alimentar también el espíritu, el alma, para que pueda madurar, para que pueda llegar realmente a su plenitud. Así pues, si Jesús dice "yo soy el pan de vida", quiere decir que Jesús mismo es este alimento de nuestra alma, del hombre interior, que necesitamos, porque también el alma debe alimentarse. Y no bastan las cosas técnicas, aunque sean importantes. 


Necesitamos precisamente esta amistad con Dios, que nos ayuda a tomar las decisiones correctas. Necesitamos madurar humanamente. En otras palabras, Jesús nos alimenta para llegar a ser realmente personas maduras y para que nuestra vida sea buena.


Adriano: Santo Padre, nos han dicho que hoy haremos adoración eucarística. ¿Qué es? ¿Cómo se hace? ¿Puedes explicárnoslo? Gracias. 


Benedicto XVI: Bueno, ¿qué es la adoración eucarística?, ¿cómo se hace? Lo veremos enseguida, porque todo está bien preparado: rezaremos oraciones, entonaremos cantos, nos pondremos de rodillas, y así estaremos delante de Jesús. Pero, naturalmente, tu pregunta exige una respuesta más profunda: no sólo cómo se hace, sino también qué es la adoración. Diría que la adoración es reconocer que Jesús es mi Señor, que Jesús me señala el camino que debo tomar, me hace comprender que sólo vivo bien si conozco el camino indicado por él, sólo si sigo el camino que él me señala. Así pues, adorar es decir: "Jesús, yo soy tuyo y te sigo en mi vida; no quisiera perder jamás esta amistad, esta comunión contigo". También podría decir que la adoración es, en su esencia, un abrazo con Jesús, en el que le digo: "Yo soy tuyo y te pido que tú también estés siempre conmigo". 


[Al final del encuentro, que culminó con la adoración de la Eucaristía, el Papa dirigió estas palabras] 



Queridos niños y niñas, hermanos y hermanas, al final de este hermosísimo encuentro, sólo quiero deciros una palabra: ¡Gracias! 


Gracias por esta fiesta de fe. 

Gracias por este encuentro entre nosotros y con Jesús. 

Y gracias, naturalmente, a todos los que han hecho posible esta fiesta: a los catequistas, a los sacerdotes, a las religiosas; a todos vosotros. 

Repito al final las palabras que decimos cada día al inicio de la liturgia: "La paz esté con vosotros", es decir, el Señor esté con vosotros; la alegría esté con vosotros; y que así la vida sea feliz. 

¡Feliz domingo! ¡Buenas noches!; hasta la vista, todos juntos con el Señor. 

¡Muchas gracias!