Yo estuve en misa.

DOMINGO 6º DEL TIEMPO ORDINARIO.

Marcos 1, 40-45.

     Hoy tenemos un evangelio bonito, pero este es también muy facil de comprender. Ya nos han contado y sabemos por los Evangelios que hemos dibujado antes, que Jesús vino al mundo para salvarnos. La semana pasada ya veiamos como curaba a la suegra de Simón y Andrés. Seguro que tú alguna vez has estado enferm@. ¿Verdad que cuando uno esta mal quiere que le cuiden y sobre todo que mamá esté pendiente de nosotros? Pues el enfermo al que cura hoy Jesús es un leproso. La lepra es una enfermedad muy dura. A quien la padece se le hacen grandes heridas en la piel y se les infesta. Esa carne infestada se trasforma en una herida peor que se llaman úlceras y hasta se cae la carne herida. Hoy en dia la lepra se puede curar en los hospitales y solo en paises donde existe mucha pobreza y hay muy poca higiene se dan más casos de lepra. Pero en aquella epóca cuando vivia Jesús los que padecian de lepra eran muy desgraciados. Vivian fuera de los pueblos y tenian que vivir de la limosna de los demás. Cuando entraban a las aldeas a pedir, se cubrian con trapos las heridas si las tenian en la cara o en las manos, o en sitios donde se pudieran ver. Y ademas tenian que ir anunciando eso, que eran leprosos, porque la lepra es una enfermedad contagiosa. Imaginate lo desgraciado que eran los que la tenian, sin nadie que les abrazara y les diera cariño y la mayoria solos con su dolor y su sufrimiento. Pues el protagonista hoy era un enfermo de lepra, que al ver a Jesús decide ser valiente y pedirle ayuda para que lo cure. Cuando nosotros enfermamos pedimos también ayuda a nuestra madre, porque sabemos que las mamás lo hacen muy bien. Pues con esa misma seguridad de saber que Jesús lo podia hacer muy bien, el leproso le pidió ayuda. Era poco frecuente que las personas se acercasen a los leprosos, pero Jesús que es todo amor sí se acercó. Y cuando el leproso le dijo: Si quieres curarme puedes. Jesús le tocó, Él no tenia miedo de que se le pegara la lepra, sintió compasión al ver el modo en que el leproso creia que podia curarse y le curó. También le dijo que fuera al templo a ofrecer su ofrenda como mandaba la ley de Moises y que no contase nada. Sin embargo tal era la alegria del leproso al verse curado que iba contandolo a todo el mundo. Esa misma alegria reflejan los cristianos cuando estan en la Iglesia y sus pecados son perdonados. Sentimos el corazón limpio y esa alegria se nota por fuera. por eso no olvides si ya has echo la comunión asisir con frecuencia al sacramento de la confesión. Por que en él nosotros somos como ese leproso que pide a Jesús. Una vez limpios ¡Que bien nos sentimos! Lo único que pasó es lo que suele pasar en esos casos, que todos los enfermos que se iban enterando iban a buscar a Jesús y entonces ya no podia entrar en los pueblos. Se quedaba a las afuera donde acudia mucha gente. Esto es otra cosa que nosotros los niños debemos de hacer. Decirle a los demás lo bien que se está con Jesús para que muchos sientan la necesidad de venir a la Iglesia a conocerle.
  (Texto basado en las sagradas escrituras de la Biblia Católica.)