Gente sencilla, inquieta, andariega, servidora como santa Teresa de Jesús nos muestran la sabiduría que brota del Evangelio. Aproximarse a la santa de Ávila es entrar en una escuela de oración y amistad con Jesús. Ella llevó con suavidad el yugo del Maestro y descansó en su humilde Corazón. Incansable, llegó a encontrar a Dios en los pucheros, en el camino y, sobre todo, en la Palabra y en la Eucaristía.
“Aunque tuviera más tiempo, no tendría más oración”, le explica Teresa a su hermano Lorenzo. Encontraremos a Dios no en el tiempo sino en la donación que hacemos de nuestra persona a los demás. A veces, Dios da en breve y sin que sepamos muy bien cómo, lo que queremos gustar en muchos tiempos de oración. El trabajo, las ocupaciones, la agenda no son el obstáculo, sino nosotros mismos que no actuamos con amor y gratuidad.
Señor, danos la valentía para entrar en nuestro castillo interior que no nos quedemos en la cerca o en la puerta.
Y para no quedarnos en la cerca, os invito a que pinchéis en la foto de más abajo y disfrutéis del nuevo trabajo de Maite López, “Teresa, alma de fuego”.
Dibu: Patxi Velasco Fano
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano/2014/10/14/en-la-escuela-de-teresa/#more-2796
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