5º DOMINGO DE PASCUA
Juan 13,31-33a.34-35.
No nos confundamos ni nos comamos el coco. Jesús es el camino que lleva a la Vida, por la senda del amor.
Su mandamiento, hoy más actual que nunca, ante las consecuencias de una crisis que revienta la esperanza de los pobres, nos anima en este sentido a pisar las sendas de su Corazón. Al latido del Corazón de Cristo, sintonizando con las bienaventuranzas, hemos de zarandear nuestra vida con el único plan que puede sacarnos de nuestros “come-cocos”.
El Evangelio parece decirnos: “Sigue a Jesús, no te comas el coco”. Y si te lo comes, cómetelo por los demás.
Un buen plan. Sin duda.
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