Hoy II Domingo de Pascua y coincidiendo con el Domingo de la Misericordia de Dios. Mi parroquia, la del Ave María y San Luis. Amanecía engalanada para acoger por segundo día a los niños de 1ª Comunión. Lucy, mi madre y yo hemos ido a misa de doce, y hemos disfrutado mucho viendo como otros grupos hacían su 1ª Comunión.
Nuestra mesa de altar, que es cuadrada y muy grande, como merece el alimento que allí vamos a recibir. Yo siempre lo he dicho que como es un gran banquete el de la Comunión con Cristo, así debe ser la mesa del altar. Como estamos en tiempo Pascual, nuestro cirio precise esta celebración hoy. El Cristo que se ve pequeño está suspendido en el espacio con dos hilos transparentes, hace un efecto muy bonito desde cualquier sitio que se mire.
¿Verdád que es una mesa preciosa para recibir a Jesús?
A mi me emociona cuando la veo tan bonita, con cada detalle cuidadosamente puesto. Me recuerda el modo en que Jesús me quiere, cuidando de mi tan bien que no se le escapa un detalle para que yo pueda ser feliz. Además, Jesús llegado el momento de la Consagración vino Fiel a su promesa a hacer Comunión con nosotros. Es un Misterio que un Dios Omnipotente pueda hacerse tan pequeñito y adoptar la forma redondita de esa Hostia Consagrada para que los niñ@s puedan hacer su 1ª Comunión. Si conociéramos realmente todo lo que encierra este Sacramento de la Eucaristia, tendríamos siempre hambre de Él. A mi personalmente cuando Jesús es elevado como lo está haciendo en la foto D. Raúl y lo presenta al pueblo, me entra una sensación muy dificil de explicar, algunas veces me contengo por no llorar de felicidad. porque me siento muy privilegiada de que el Hijo de Dios se haga un trocido de pan por amor a mi y para entrar en mi cuerpo y ser uno conmigo. En ese momento se que nada en mi vida es más importante que Él y ese acto de amor y entrega que Jesús hace por todos nosotros.
Y mirad la Virgen que guapa y que contenta estaba hoy, al ver cuantos niñ@s recibían a Jesús. Ella, que en silencio siempre esta con la vista puesta en todos nosotros, viligandonos, como una buena Madre, para que nada malo nos suceda. Yo creo que Ella era la que más contenta estaba hoy en misa y si no me crees, mira. Cuando terminó la celebración bajamos y fui a despedirme de ella y le vi una sonrisa diferente, su sonrisa era aún más dulce hoy si cabe. y le hice esta foto para compartirla contigo. Mira que guapa y que sonriente estaba Nuestra Madre del Cielo.
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