5º Domingo del tiempo Ordinario, ciclo C.
EVANGELIO (Lc 5,1-11)
Que sorpresa tan grande nos hemos llevado hoy en misa. Entre tanta gente que había resulta que Dios se ha fijado precisamente en ti. ¿Te das cuenta de lo importante que eres para Dios? Del mismo modo que en el evangelio Jesús se fijó en los pescadores y eligió a los mejores para que fueran a pescar hombres. Hoy entre tanta gente Dios se ha fijado en ti. ¿Para qué? Esa es una pregunta importante que nos vamos a hacer muchas veces. Pero lo importante es que sepamos que aunque a menudo no vamos a conseguir una respuesta que entendamos, Dios nos ha elegido porque sabe que nadie mejor que tú va ha hacer aquello para lo que has sido llamado. Lo más importante es que tú te fíes de Él. Del mismo modo que los apóstoles cuando solo son pobres pescadores y están pescando sin éxito. Entonces Jesús les indica donde tirar las redes y aunque ellos saben que allí no hay peces, se fían de Jesús y le obedecen. Y hacen una gran pesca. Es entonces cuando Simón siente que ese hombre es alguien muy poderoso, pero como no le conoce tiene miedo y le pide que se aparte de él. también eso nos pasa a nosotros, que como no conocemos a Dios tememos las cosas que puedan pasarnos, pero porque pensamos y creemos solo aquello que vemos o entendemos. Igual que los pescadores que solo saben que allí no hay peces porque ya han intentado pescar antes.
Hoy el Señor viene a llamarnos a cada uno por nuestro nombre a decirnos que nos fiemos de Él. Que le sigamos y que si lo hacemos vamos a conseguir ser muy felices y realizar cosas que ni podemos imaginar. ¿Qué te atreves a probar? Yo si me atrevo.
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