Préstele atención.
Búsquelo.
Escúchelo.
Juegue con él.
Sea espontáneo.
Tómelo de las manos.
Haláguelo más, critíquelo menos.
Maravíllese de sus logros.
Agradézcale.
Sea flexible.
Confíe en él.
Mírelo a los ojos.
Comparta su entusiasmo.
Anímelo.
Espere lo mejor de él, mas no la perfección.
Sea consistente.
Esté a su disposición.
Disciplínelo en su momento.
Aprecie sus diferencias.
Conteste sus preguntas.
Crea en él.
Pida su opinión.
Escuche su música.
Pídale disculpas cuando usted se equivoca.
¡¡Ámelo a pesar de todo!!
Fuente: Cony Contreras.
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