Autorretrato, hacia 1670, óleo sobre lienzo, 122 x 107 cm. Londres, National Gallery. Inscripción: Bartus Murillo seipsum depin/gens pro filiorum votis acpreci/bus explendis. En este cuadro, pintado por deseo de sus hijos, Murillo se autorretrató dentro de un marco ovalado con molduras y apoyando en él una mano para reforzar el efecto naturalista del trampantojo, acompañado por algunos instrumentos propios de su profesión, en una demostración de orgullo por la posición social alcanzada con su oficio solo comparable en la pintura española al autorretrato de Velázquez en Las meninas.
Un trampantojo (o «trampa ante el ojo», también llamado trompe-l'œil, expresión francesa que significa que «engaña el ojo») es una técnicapictórica que intenta engañar la vista jugando con la perspectiva y otros efectos ópticos.
San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres, hacia 1646, óleo sobre lienzo, 173 x 183 cm., Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Sagrada Familia del pajarito, hacia 1649-1650, óleo sobre lienzo, 144 x 188 cm., Madrid, Museo del Prado. Con un tratamiento de la luz y un estudio de los objetos inanimados todavía zurbaranescos, Murillo crea un ambiente intimista de apacible cotidianidad que será el característico de su pintura, abordando el hecho religioso, en el que la figura de San José cobra especial protagonismo, con los recursos propios del naturalismo y una personal y humanísima visión.
San Antonio de Padua, 1656, óleo sobre lienzo, Catedral de Sevilla. El cuadro marca, en opinión de A. E. Pérez Sánchez, la «definitiva inflexión» de Murillo hacia el estilo barroco pleno.
Nacimiento de la Virgen, 1660, París, Museo del Louvre
Jacob pone las varas al ganado de Labán, hacia 1660-1665, óleo sobre lienzo, 213 x 358 cm., Dallas, Meadows Museum. El lienzo, perteneciente a una serie de historias de la vida de Jacob, muestra la habilidad de Murillo en la creación de paisajes.
El sueño del patricio.
El patricio Juan y su esposa ante el papa Liberio.
Pintados entre 1662 y 1665, los dos medios puntos de más de 5 metros de ancho que decoraban la nave central, actualmente en el Museo del Prado, narran la fundación de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, o Santa María de las Nieves, advocación del templo sevillano.
Abraham y los tres ángeles, Ottawa,National Gallery.
El regreso del hijo pródigo, Washington,National Gallery of Art.
La curación del paralítico en la piscina probática, Londres, National Gallery.
Murillo pintó entre 1666 y 1670 «seis jeroglíficos que explican seis de las obras de Misericordia» para la nueva iglesia que, impulsada por Miguel de Mañara, construía la Hermandad de la Caridad, a la que el pintor había ingresado en 1665. En 1672 entregó otros dos cuadros de altar, los únicos que junto con dos de los jeroglíficos de las obras de misericordia se conservan en su lugar.
San Juan de Dios (detalle), 1672, Sevilla,iglesia del Hospital de la Caridad.
Inmaculada Concepción de El Escorial, hacia 1660-1665, óleo sobre lienzo, 206 x 144 cm, Madrid, Museo del Prado.
Inmaculada Concepción de los Venerables o Inmaculada Soult, hacia 1678, óleo sobre lienzo, 274 x 190 cm, Madrid,Museo del Prado.
El Buen Pastor, hacia 1660, óleo sobre lienzo, 123 x 101 cm, Madrid, Museo del Prado.
Las bodas de Caná, hacia 1670-1675, óleo sobre lienzo, 179 x 235 cm,Birmingham, The Barber Institute. El banquete de bodas permite a Murillo representar una escena de vivo colorido y diversidad de vestuario, con toques orientalizantes también en el mantel, además de un variado repertorio de objetos de bodegón, con el cántaro de cerámica como eje de la composición.
FUENTE.http://es.wikipedia.org
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