MARCOS 6,30-34.
Hoy el Evangelio es muy cortito, aunque a veces son esos, los más breves, los que más cosas encierran. sabemos que jesús viene al mundo con la misión de darnos a conocer a su padre y de salvarnos de nuestro porpio pecado y del miedo que la muerte provoca en el hombre. Despues de vencer a la muerte, nos deja su Espiritu Santo para que nos ayude a luchar contra el mal, y a poder realizar todos los milagros que Él realizó. A los que Él elige les da no solo el poder de la predicación, que es anunciar a los hombres la salvación en el nombre de Jesucristo. También les da el poder de expulsar demonios y de curar. Y en Pedro y en la Iglesia , ese legado sigue vivio para todo el que quiera recibirlo.
cuenta el evangelio que sus discipulos se reunieron con eél y le contaban las cosas que habian realizado en su nombre, imagina lo contentos que estarian al ver que todo lo que su maestro les había dicho se realizaba también en ellos. Jesús quiso apartarse con sus amigos a un lugar tranquilo para que le contara y descansaran. seguro que eso nos pasa a más de uno, que cuando está con amigos con los que te llevas muy bien, buscas estar relajado con ellos en un lugar privado donde disfrutar de vuestras conversaciones y complicidades. pues jesús era así con sus amigos también. Más en este evangelio, vemos una parte muy bonita de jesús, y es que las gente, al reconocerlo, lo siguen. Y enseguida un numero grande de personas se aproximan a él. Como Hijo de Dios, enseguida se da cuenta que son personas que aún no han conocido su verdad, y que andan como ovejas sin pastor perdidos. y es aqui donde entra esa parte bonita y humana de <jesucristo. siente amor por esas personas, se compadece de su ignorancia y decide enseñarlas con paciencia y despacio lo que es el Reino de su padre y lo que él a venido ha hacer al mundo. En vez de quedarse agusto pasando el rato con sus amigos, que es lo que en un principio pretendía. opta por enseñar a los que no saben. Esa es una lección humana y buena que dios nos deja para que s¡nosotros podamos seguir realizandola. No hay que ser santo para hacer ese trabajo. Solo tener paciencia y queres hacer el bien a los demás. así que cuando veas a alguien que necesita de tu tiempo, de que le ayudes en algo y le hagas un poco de bien. Recuerda lo generoso que es jesús con todas las personas, Él no hace diferencias, los tratas a todos igual. A los desconocidos con el mismo amor que a sus amigos. Y nosotros estamos llamados a ser como él y ha hacer las mismas cosas que Él. Porque todos somos hijos del mismo Padre.
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