Ven, Señor, a salvarnos. Ven a saciar nuestras hambres, ven a curar nuestras llagas, ven a aliviar nuestras cargas, ven, Señor, a salvarnos.
Ven a limpiar nuestro barro, ven a encender nuestras lámparas, ven a colmar la esperanza, ven, Señor, a salvarnos.
Ven a llenar el vacío, ven a alegrar la tristeza, ven a vestirnos de fuerza, ven, Señor, a salvarnos.
Ven a quitar el pecado, ven a romper las cadenas, ven a ahuyentar las tinieblas, ven, Señor, a salvarnos.
Ven, Señor, y salva a todos los que somos víctimas del pecado y de la debilidad humana. Ven, Señor, a salvarnos.
Sálvanos de tal manera que, con la medicina y el aceite de tu Espíritu, lleguemos a ser también nosotros salvadores.
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