Con siete años fue entregado por sus padres al rey Oswiu, rey de Britania. Sus padres querían que llegara a ser un gran e importante señor. Pero a los 25 años él decide renunciar a una vida privilegiada para servir al verdadero Rey, Jesucristo.
Decide servir en la orden Benedictina siguiendo los pasos de San Benito. En el 653 comenzaron sus peregrinaciones a Roma con la intención de aprender la vida monástica y recopilar modelos de los lugares por los que iba pasando.
Abad del monasterio de Wearmouth, dedicó su vida a recopilar libros y modelos de vida monastica para los frailes que vivian bajo la orden benedictina en Britania, hoy la Isla de Gran bretaña. Nunca tuvo aires de grandeza y entre los monjes de su orden siempre enseñó que el modo de vivir el evangelio entre ellos, no era cosa propia sino aprendido de otros a lo largo de su vida en los seis viajes que hizo a Roma.
Murió el 12 de enero del 690, con 62 años de edad.
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